Alianza de intelectuales, rectores y ex dirigentes estudiantiles propone camino para destrabar reforma educacional
La reunión se dio en medio de un escenario conflictivo marcado por la exigencia por parte de la Confech de un espacio de diálogo vinculante y sustantivo, el rechazo del Colegio de Profesores a la propuesta del Mineduc y por los rumores en torno a la posibilidad de un acuerdo con la oposición para viabilizar la reforma.
El ministro Eyzaguirre, junto a sus asesores, dialogó por espacio de una hora y media con el Consejo Directivo del Compromiso por una Nueva Educación, compuesto por Carlos Ruiz, presidente de Fundación Nodo XXI (entidad organizadora del “Compromiso”); Aldo Valle, rector de la Universidad de Valparaíso; Beatrice Ávalos, Premio Nacional de Educación 2013, Manuel Antonio Garretón, Premio Nacional de Humanidades; Gabriel Boric, diputado y presidente FECH 2012; y Juan Eduardo García-Huidobro, Investigador de la Universidad Alberto Hurtado y ex presidente del Consejo Asesor Presidencial para la Educación, que funcionó durante el anterior Gobierno de Bachelet.
A la salida del encuentro, Carlos Ruiz –vocero de la iniciativa– hizo un llamado de atención sobre el momento que vive la Reforma y la necesidad de centrar la discusión: “El debate se ha deformado por el tironeo que ejercen intereses particulares y eso puede terminar frustrando la realización de la Reforma. Creemos que se debe construir un nuevo itinerario de debate y trabajo, más abierto, inclusivo y que contemple un compromiso activo con los actores que han liderado este despertar de la sociedad chilena. Hemos encontrado una voluntad receptiva de parte del Ministerio de Educación, a quien le hemos planteado que la construcción de una nueva educación pública debe ser el eje de la reforma y que en lugar de optar por un acuerdo político estrecho, debemos construir un amplio acuerdo social para hacer la reforma realidad”.
Para el rector Aldo Valle, “la educación es un componente clave de la democracia, por lo tanto requerimos pensar la educación como el acervo más valioso que una sociedad tiene de sí misma. La educación no solo es para producir sino para convivir y debemos ser capaces de generar un sistema educativo que fomente la cohesión social; para ello requerimos construir un acuerdo social profundo y no superficial como el que ha imperado en las últimas décadas”.
El mismo sentido, Gabriel Boric, sostuvo que la reforma “debe centrarse en la expansión y fortalecimiento de lo público en la Educación; lo que se ha dado a conocer hasta el momento es un avance pero no cumplimos con este objetivo si solo regulamos el mercado de la Educación. Yo diría que en esta reunión sí hubo una visión compartida de que la educación pública debe estar al centro de la reforma. Es importante que entendamos que se deba salir de la pelea chica de intereses, porque lo que está en juego es el futuro del país, el desafío de construir un país más democrático y educativo”.
Compromiso por una Nueva Educación
El Compromiso por una Nueva Educación, elaborado junto a numerosos académicos, rectores, y dirigentes sociales, plantea poner al centro del proceso de Reforma el fortalecimiento de la Educación Pública, redefiniendo su sentido y alcance. Así mismo, señala que para llevar adelante una reforma como la que se pretende “las autoridades pueden y deben apoyarse en la sociedad, convocando a los actores sociales e institucionales a un espacio deliberativo que pueda acordar una hoja de ruta para construir una nueva educación pública. Se debe definir en este espacio un horizonte común y los primeros pasos, elaborándose en base a ellos las modificaciones institucionales, de política y de financiamiento respecto de la educación pública que se envíen al Parlamento o se implementen directamente”.
Sus adherentes dicen valorar “los principios de lo que hasta ahora ha planteado la reforma. Terminar con el financiamiento compartido, superar el lucro, abandonar prácticas selectivas y discriminatorias; todo ello -más allá de los mecanismos concretos- es bien recibido. Pero queremos subrayar que lo esencial es un cambio de modelo educativo y cultural, cuya realización tomará tiempo y se conseguirá de manera paulatina: debemos superar la concepción de la educación como mercado para entenderla como el mayor acervo de bienes y fines públicos, y como un derecho que el Estado debe garantizar y asegurar”.
Según el documento, el proyecto educacional de mercado habría fracasado: ”Debemos sacudirnos de estas estrechas y obsoletas concepciones. Más Estado subsidiario y regulación pública no implican necesariamente menos mercado; tampoco acabar con el modelo actual. No basta con entregar más recursos a las instituciones estatales -de nivel escolar o superior- sin transformar las bases del modelo en que se encuentran y el tipo de relación entre ellas que este impone”.
El manifiesto está disponible en www.compromiso.cl