La receta está en la calle: movimiento estudiantil volvió a mostrar su fuerza
El regreso de la Nueva Mayoría al poder y las complicadas negociaciones sostenidas en el marco de la reforma educacional han configurado un panorama complejo para el movimiento estudiantil durante el 2014.
Por ello, en la previa de la nueva manifestación, colectivos estudiantiles como Izquierda Autónoma, Luchar y la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), realizaron diversas actividades para preparar el ambiente y motivar a sus compañeros.
La jornada era decisiva para una instancia en que el movimiento podría perder sus reconocida fuerza en la calle. Sin embargo, desde las 10 AM, estudiantes, sindicatos y familias se sumaron a la convocatoria para dar una muestra de respaldo que no apunta, precisamente, a la defensa de la reforma educacional propuesta por Bachelet.
"Esto está lejos de ser una movilización para defender a la reforma", señaló Naschla Aburman, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc). En tanto, según la dirigenta de la FECh, Melissa Sepúlveda, el mensaje claro de los estudiantes hacia las autoridades es que "no sirve terminar con el lucro a medias". Por ello, la reforma aún merece diversas modificaciones.
La movilización en la capital se extendió desde Plaza Italia a Echaurren, llegando a República con cerca de 80 mil asistentes. Durante el trayecto, fue posible identificar a las nuevas generaciones de secundarios y universitarios que se han sumado al movimiento, luego de que éste alcanzara su máxima expresión en 2011. Nuevas caras, sindicatos, colectivos feministas y medioambientales, batucadas y los cantos que, a muchos años de camino, siguen exigiendo una educación gratuita y de calidad con intacto entusiasmo.
"Lo que el pueblo necesita es comprar una chapita", bromeaba un vendedor estacionado en La Moneda. Los estudiantes respondían con risas y acusaciones de lucro, un concepto que desde hace tres años es común en el vocablo estudiantil chileno. A lo lejos, uno que otro pifiaba las banderas en alto de Revolución Democrática, dejando en evidencia los desacuerdos al interior del propio movimiento.
Sin embargo, estas diferencias se hicieron más evidentes cuando, al subir los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES) al escenario instalado en Echaurren, las pifias resonaron y un grupo comenzó una breve pelea. La polémica, sin embargo, fue rápidamente superada y el acto siguió con el discurso de los voceros estudiantiles.
El rechazo de los profesores y el quiebre de la mesa con el gobierno
La movilización se concretó en el marco de las votaciones del profesorado en todo Chile respecto a la agenda corta, ofrecida por el gobierno al sector. Pese a que aún no existe un conteo oficial, los docentes decidieron rechazar por amplia mayoría las propuestas del Ejecutivo, dando un duro golpe a las negociaciones enmarcadas en la reforma educacional.
Además, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) ya pone en duda la continuidad de su participación en las mesas de diálogo instaladas por el Gobierno. Desde la perspectiva de los estudiantes, no sería necesario continuar con un espacio donde finalmente no se están tomando las decisiones.
“La Fech ya tomó su postura y es bajarse del plan de participación. Nosotros no estamos para validar cuestiones que se están zanjando en otros lugares”, señaló Melissa Sepúlveda. En tanto, durante el próximo sábado, la Confech realizará una reunión extraordinaria donde los dirigentes de cada institución deberán votar y manifestar su postura ante dicho escenario.
Durante el pasado encuentro de los dirigentes estudiantiles, sólo la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc) votó por la permanencia en la instancia de participación ciudadana instaurada por el Ejecutivo. Hace unas semanas, la Aces decidió no sumarse a la mesa por no ser ésta vinculante, crítica que ahora es respaldada por los universitarios.
La desconfianza del movimiento estudiantil se inició con las declaraciones de la secretaria general de la Presidencia, Ximena Rincón, quien aseguró que el Gobierno busca un acuerdo en cuanto a educación con la Alianza, similar a lo que ocurrió con la tramitación de la reforma tributaria.
La movilización finalizó en la capital pasada las 13 horas, en medio de una llamativa represión policial que incluyó el uso a ratos exagerado de agua con químicos y gases tóxicos. En Valparaíso, en tanto, los estudiantes denunciaron que un carabinero en servicio sacó su arma para amedrentar a quienes aún no se retiraban de las calles.
El saldo de la jornada, pese a las presiones policiales y a los estudiantes detenidos en todo Chile, fue a favor de un movimiento que retoma su poder en la calle y se organiza para exigir condiciones de negociación y debate. La Nueva Mayoría, en tanto, ve dificultado el camino del proyecto protagonista de su mandato.
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