Museo a Cielo Abierto en San Miguel: De la cuna de Los Prisioneros al muralismo que resiste
Avenida Departamental, las calles de Carlos Edwards y Tristán Matta son algunos de los rincones que albergan el conjunto de murales del Museo a Cielo Abierto. El escenario elegido para albergar los 40 murales que se reparten por los barrios de San Miguel fueron las fachadas de los propios edificios, que dejaron atrás el deterioro causado por los años para revivir con ayuda del arte callejero y la protección de los vecinos.
Latinoamérica, el pueblo mapuche, las ferias libres y la cultura popular son alguno de los ejes temáticos que inspiraron a los exponentes nacionales e internacionales que estuvieron a cargo de los obras, mezclando las técnicas del graffiti y el muralismo con el objetivo de levantar una verdadera galería de arte al aire libre. Ahí, donde ninguno de los murales se encuentran protegidos por rejas, los visitantes tienen la posibilidad de pasear por el museo las 24 horas del día y en cualquier momento de la semana.
La iniciativa comenzó a erigirse entre los propios vecinos, con el objetivo de celebrar los 50 años de la comuna y el Bicentenario del país. Ellos mismos dieron su apoyo total a la idea y participaron de la consulta que formalizó el Centro Cultural Mixart, que opera en el corazón de San Miguel.
“San Miguel es una comuna emblemática para Chile, no solo fue el telón sobre el que se dibujó la infancia de Pedro Lemebel y Los Prisioneros, sino que el año 1988 fue escenario de una de las concentraciones pro-democracia más grandes de la historia, un millón de personas se reunieron –en Departamental-, a exigir un plebiscito que pusiera fin al largo período de la dictadura”, declaró Roberto Hernández, gestor cultural de Mixart.
En la actualidad, un conjunto de murales de gran formato, con cerca de 80 metros y otros de dimensiones menores, adorna los muros de los blocks gracias a un interesante modelo de autogestión y participación comunitaria que, a cuatro años de su inauguración, plantea un desafío a otros espacios del país.
Los vecinos al mando
La propuesta comenzó el 2010, bajo la dirección del muralista Alejandro “Mono” González, uno de los miembros fundadores de la Brigada Ramona Parra. Durante sus primeros pasos y luego de diversas negativas, los impulsores del proyecto encontraron su primera oportunidad en el financiamiento de un Fondart, que comenzó apostando por la realización de 10 murales.
Desde sus inicios, la iniciativa contempló la opinión de los habitantes de los departamentos intervenidos, quienes incluso tuvieron la posibilidad de aceptar o rechazar las propuestas de los artistas invitados. El caso del artista belga ROA, cuyo estilo en blanco y negro se caracteriza por su visión crítica sobre el maltrato animal y en un comienzo no logró convencer a los vecinos.
Colectivo La Mano, Inti Castro, Salazart, Jamberta, Kata Núñez, 12 Brillos Crew y una larga lista de agrupaciones y grupos vinculados al proyecto comenzaron sus tareas en complicidad con los habitantes de los blocks, mezclando estilos y técnicas para dar vida a un barrio que estaba destinado a pasar al olvido.
Tal como detalla el Centro Cultural Mixart en su web, este desafío los enfrentó a la idea de transformar a la población San Miguel, ubicada en la comuna del mismo nombre, “de un humilde barrio de viviendas sociales de los años ’60 donde viven cerca de 6.000 personas, en un verdadero ícono de reactivación turístico/cultural y social que sirva de ejemplo y esperanza para otras comunidades interesadas en doblarle la mano al destino, elevando la calidad de vida de sus habitantes y generando además un nuevo y sólido sentido de pertenencia”.
La historia común y los rasgos particulares de la población San Miguel invitaron a sus vecinos a abrazar el proyecto del Museo a Cielo Abierto como un aporte a la definición de su identidad. Hoy, cada mural, sin rejas, es protegido por un inédito aprecio colectivo hacia el arte callejero.
Un paseo libre por el museo
El Museo a Cielo Abierto puede ser recorrido libremente a unas cuadras de la estación de metro Departamental. Pese a que no existen tours realizados de forma continua, se puede gestionar con el Centro Cultural Mixart un recorrido guiado que permita conocer las obras más en profundidad.
El recorrido tradicional comienza por Avenida Departamental, donde se erige una de sus obras más conocidas y pioneras del museo: el mural que retrata a Los Prisioneros, cuyos integrantes forjaron la historia de la banda y de sus primeros años de vida en las calles de la comuna. Ahí, Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia son representados en sus años de juventud y el mural que protagonizan se ha convertido en un verdadero homenaje a los orígenes de la banda y al rol de San Miguel en la inspiración de sus célebres canciones.
Los edificios pintados, por el sentido del proyecto de recuperar el barrio, son justamente los más deteriorados. Tras la recuperación de los inmuebles, se evidencia también una revitalización del entorno que incluso hizo más seguro al barrio.
Hoy, ya cuentan con una colección en Google que exhibe en detalle los murales concretados, el nombre de sus artistas y es una excelente fuente de datos a la hora de organizar el recorrido. El resto, queda a libertad de los visitantes y sus intereses: Latinoamérica, Tribus Urbanas, Mitología Chilota, Escritores Chilenos y una larga lista de títulos invitan a pensar y a disfrutar de la intervención del arte callejero en los espacios donde transcurre la vida común. Un camino similar a la alternativa tomada por el Museo a Cielo Abierto en la Pincoya, que sigue los pasos de San Miguel en la defensa de la identidad del barrio y plantea nuevos desafíos a las poblaciones de todas las regiones de Chile.