Marco Kremerman y MultiRUT: "La gran deuda en Chile está en los derechos colectivos"
¿Cómo analizas el avance de este proyecto, considerando que varios de los parlamentarios que entregaron su apoyo a esta regulación del MultiRUT advirtieron que no era una solución definitiva para terminar con los abusos laborales que comenten especialmente en el retail?
Exactamente, hay dos aristas para analizar este proyecto. Primero, en términos absolutos en relación al MultiRUT, este proyecto no aporta nada distinto a lo que se había configurado en el gobierno de Sebastián Piñera, donde también se había ingresado una indicación para modificar algunas normas en relación al tema. De hecho, algunos abogados laboralistas como César Toledo, Sergio Gamonal, José Luis Ugarte y de distintas universidades, han hablado de que este es un proyecto que no hace ningún cambio en relación con el gobierno anterior, sino que es un mal proyecto. Porque hoy día, en el Código del Trabajo, tenemos una definición de empresa, un concepto que lo define como una individualidad legal determinada que no es modificado por este proyecto de ley. Eso no se cambia, seguimos teniendo una definición del concepto de empresa en el Código Laboral, que en términos de legislación comparada, uno lo encuentra en muy pocos lugares.
En segundo lugar, hay un tema central que tiene que ver con reconocer una unidad económica común. Vale decir que, por ejemplo, Cencosud como gran holding del retail, tiene razones sociales distintas para contratar trabajadores de distintos Jumbos. Entonces los trabajadores podrían alegar que es la misma unidad económica, el mismo comando laboral, y los mismos jefes de RR.HH, una misma administración común, y lo que tiene que hacer el trabajador es ir a demostrar a los juzgados laborales que efectivamente está sucediendo eso. Eso tampoco se cambia. La indicación del Gobierno justamente coloca ese requisito, pero adicionalmente da ejemplos sobre otros requisitos adicionales que el trabajador tendría que poner sobre la mesa como prueba para demostrar que hay una unidad económica común dentro de la empresa. Entonces le estamos pidiendo a los trabajadores, que son violentados por este abuso laboral que los divide y les impide muchas veces formar sindicatos, que ellos demuestren lo que está sucediendo.
Entonces este proyecto está más pensado a la medida de que los trabajadores del retail puedan de alguna manera agruparse, pero sin afectar los beneficios tributarios del MultiRUT.
Exactamente. El MultiRUT ha sido la práctica para dividir la empresa en distintas razones sociales principalmente por motivos laborales pero también por los tributarios. Con la división de los trabajadores se han mermado los derechos colectivos, ya que no se puede negociar por ramas, y en la medida que hay sindicatos que son de distintas empresas, no se pueden unir y tienen menos potencia. Y este proyecto se mete con esa parte, porque en términos generales el MultiRUT no afecta a una gran cantidad de trabajadores, porque los que hacen uso y abuso de esta práctica son las empresas grandes.
El retail principalmente, ¿no?
Claro, pero también se observa en otros sectores productivos. Entonces, la señal es doble, porque no corrige el rema de fondo, que es el concepto de empresa, e incluso extiende la energía que tiene que colocar el trabajador para demostrar en los juzgados laborales que existe una unidad económica, y, por lo tanto, le genera una externalidad negativa adicional al trabajador. Y por otro lado, aparece como la primera gran reforma en materia laboral del Gobierno, que supuestamente restituiría parte del poder perdido por los trabajadores, siendo que por ese lado el avance es absolutamente marginal.
Para recuperar poder de los trabajadores, lo que hay que hacer es meterse en el corazón del Plan Laboral de 1979, que jamás ha sido cambiado en los gobiernos posteriores, creado por José Piñera y cuyo tema central es la prohibición de negociar por ramas, la posibilidad de reemplazar a los trabajadores durante la huelga y la despolitización de los sindicatos, elementos centrales cuyas bajadas prácticas son el reemplazo en la huelga y la negociación por ramas, que no aparecen en el proyecto del MultiRUT.
Poniendo un ejemplo, ¿este proyecto permitiría que los trabajadores de París puedan negociar en conjunto y no dividido por tiendas o ciudades específicas?
Lo que sucede es que ya la jurisprudencia ha reconocido que existe unidad económica común, sin este proyecto de ley, y se ha podido negociar en ese sentido. Efectivamente, con este proyecto, podría quedar de manera más explícita y clara en la ley. Pero el hecho de que tenga que ser demostrado por los trabajadores es el gran problema. El otro tema es que el MultiRUT no se elimina como tal, porque no se cambia o elimina el concepto de empresa en el artículo 3 del Código del Trabajo, y puede seguir siendo entendido como esta individualidad legal determinada. Es decir, las empresas pueden seguir creando razones sociales, y pueden hacer uso de ellas en términos de beneficios tributarios, e incluso en términos laborales si es que no es posible demostrar que es la misma unidad económica en los juzgados laborales.
¿Cuál es el principal uso en términos tributarios que beneficia los sectores económicos que más utilizan el MultiRUT?
En términos tributarios, en la medida que tengas varias razones sociales, por algunas de ellas puedes vender los productos, por otras puedes contratar los trabajadores, algunas las puedes ocupar como vehículo financiero, y entonces como tenemos una sistema tributario como el que tiene Chile, donde hay un conjunto de herramientas para eludir impuestos a través de la gimnasia y de la planificación tributarias. Con distintas empresas se puede hacer este ejercicio de pasar y hacer transferencias, a veces una empresa le vende a otra que es del mismo holding, y puede generar que una empresa tenga pérdidas y consolidarla con otras. Puedes hacer un sinnúmero de gimnasias teniendo varias razones sociales, es una práctica extendida, por lo tanto también afecta en este sentido y no sólo en términos de cortar algunos beneficios laborales o de tener algunos avances en derechos colectivos.
¿Qué te parece que este proyecto cuente con el acuerdo entre la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC)?
Creo que en términos técnicos y políticos, no es la mejor señal para empezar. Porque había otra manera de eliminar el MultiRUt que era eliminando el artículo 3 del Código del Trabajo, algo más directo y al hueso, y no por algunos subterfugios, que incluso puede ser que este proyecto sea peor al que había en el gobierno anterior, al incorporar algunos ejemplos adicionales que generan nuevos requisitos para que los trabajadores puedan demostrar que existe una unidad económica común. En segundo lugar, la gran discusión en Chile es la desigualdad, que es enorme. Y hacemos la relación directa de que esa desigualdad, principalmente se explica por lo que sucede en el mundo del trabajo. Porque ahí es donde realmente se puede dar la distribución de los ingresos. En términos tributarios puedes hacer la redistribución, cuando ya están echadas las cartas, se cortaron los salarios y se repartieron las utilidades. Si no atacamos el corazón de esa distribución de ingresos, que es el poder que los trabajadores podrían tener si los derechos colectivos en Chile al menos estuvieran al nivel mínimo de los países más avanzados que nosotros, es una mala señal política. Porque todos quienes estudian los temas de trabajo entienden que la gran deuda en Chile está en los derechos colectivos; negociación colectiva, pensar en una negociación por ramas de actividad o más allá de las empresas, y eliminar el reemplazo durante la huelga, que finalmente convierte a ese derecho en uno de tercera categoría.