Medicamentos: La inevitable llegada a Chile de las multinacionales
Se espera que a fines de este año arribe a Chile la empresa farmaceutica norteamericana Abott Laboratories, junto a la empresa inglesa de distribución de medicamentos, Alliance Boots.
A la compra que realizara Abott de CFR Pharmaceuticals (Recalcine), ahora se suma la compra del 97,89% de las acciones de Farmacias Ahumadas, por parte de la multinacional Alliance Boots. Las acciones del Grupo Casa Saba (dueña de Farmacias Ahumada) ya estaban bajo la mira de la firma inglesa y además la cadena Walmart intentó realizar la misma compra, sin embargo las negociaciones no llegaron a buen puerto.
Estas millonarias transacciones se dan en medio de los anuncios del Gobierno para la creación de un fondo para medicamentos de enfermedades crónicas y enfermedades “raras”, mejor conocida como “Ley Ricarte Soto”.
Según el director de la Fundación Creando Salud, Matías Goyenechea, “la distribución o la venta de medicamentos es un negocio gigantesco, del tamaño del 1,7% del producto interno bruto chileno (PIB) y eso es básicamente por compra directa de parte de las familias, que representa el gasto de bolsillo en un 40% del total del gasto sanitario”.
En Chile, cada familia gasta aproximadamente un 4,6 por ciento de su presupuesto familiar en salud. Según el informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) sobre el Panorama de Salud 2013, Chile es el país con mayor gasto de bolsillo familiar en salud. Para Camilo Bass, presidente de Asociación de Médicos de Atención Primaria “tenemos tristemente el primer lugar de ser el país donde las familias terminan pagando la salud. Esto es un caso muy similar al problema de la educación y que fue denunciado por los estudiantes en 2011”.
El negocio de los medicamentos tiene dos etapas. Primero la fabricación o producción (farmacéutica) y luego la distribución privada (farmacias). Para los expertos, el mercado de los remedios en Chile es lucrativo en estas dos fases. Goyenechea explica que en principio “la producción de medicamentos en Chile es 100% privada, no tenemos producción propia, al menos estatal”. Antiguamente Laboratorios Chile fue una empresa estatal entre las décadas de los 40 y 80, con la misión de proveer medicamentos de alta calidad a un bajo costo. Sin embargo fue privatizada en 1989. Para Goyenechea, ésta es una de las principales razones del alto costo de los medicamentos.
Luego, en la fase de distribución, existen dos grandes problemas que encarecen el gasto de las familias, según el investigador. En primera parte por el incumplimiento de sus funciones de la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), encargado de la adquisición y distribución de fármacos e insumos médicos.
Goyenechea asegura que “el Cenabast, con la reestructuración que hizo el gobierno de Sebastián Piñera, generó fue una pérdida de capacidad de compra. Esto ha generado un mercado que es lucrativo de demanda desde el sector público a los laboratorios y eso implica que eso no puede hacer su pega que es bajar los precios”.
El médico de atención primaria agrega que nadie asegura que existe un déficit de cobertura de medicamentos para las instituciones públicas: “si no se implementa un política para asegurar que las personas tengan medicamentos en los consultorios y hospitales públicos, claramente las personas van a tener que seguir comprando los medicamentos en las farmacias privadas y eso atenta el derecho a la atención de salud finalmente”.
Bass asegura que los fármacos que cubriría la propuesta de Gobierno respecto a las enfermedades crónicas debiesen estar ya cubiertos por el AUGE. “Sin embargo -agrega el médico- esos medicamentos no están, y nadie se hace responsable, no basta con sólo tener una ley”.
Por su parte, el mercado de las farmacias privadas en Chile cuenta con condiciones de alta concentración, donde existen tres importantes cadenas, entre ellas Farmacias Ahumada. Goyenechea señala que las condiciones de competencia en el país son atractivas, “el caso de colusión de las farmacias da cuenta de un negocio que ni siquiera está regulado. Para cadenas de distribución internacional esto es un mercado idílico, donde no se cuenta con mucha fiscalización”.