Marcha por un nuevo sentido común: el agua como un derecho
Se trata de la segunda movilización a nivel nacional que se efectúa en el país, en una clara muestra de cómo el Movimiento por la Recuperación y Defensa del Agua viene instalando de manera creciente una demanda, hasta ahora, ignorada por las autoridades. La convocatoria a la marcha para este sábado 26, se realizó en la sede de la FECH con la presencia de seis dirigentes sociales provenientes del norte y sur del país, en una señal por parte de los representantes estudiantiles de respaldo a la movilización.
El conflicto, que hoy mantiene en una delicada situación de escasez hídrica a varias zonas del país, no se origina únicamente por la prolongada sequía que afecta a la zona centro, sino que este fenómeno natural agrava la situación de fondo que subyace a la lucha de decenas de comunidades en Chile: el Código de Aguas dictado en 1981, dictado bajo el régimen de Augusto Pinochet, y que privatizó la fuente y la gestión del recurso hídrico.
De allí entonces que el origen del conflicto sea indicado por los convocantes como uno de carácter político y no únicamente producto de un fenómeno ambiental. Por ello es que los dirigentes que convocaron a la marcha en la sede de la FECH, aseguraron que sólo la movilización y el proceso de articulación entre las organizaciones y comunidades podrán recuperar el derecho fundamental al agua, y así lo demuestran los primeros frutos de esta lucha ante el anuncio de reactivación por parte del gobierno de una reforma que consagre al agua como un bien nacional de uso público.
Los protagonistas del conflicto por el agua
ElDesconcierto.cl conversó con dos de los y las dirigentes de la marcha del próximo sábado. Una de ellas, Marcela Mella, miembro de la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo y vocera de la marcha, aseguró que el principal emplazamiento a la autoridad es modificar las leyes “que han privatizado el agua en Chile, es decir, el Código de Aguas que nos rige desde el régimen dictatorial de Pinochet, así como un cambio a nivel constitucional que es donde se le entrega a los privados la posibilidad de vender, arrendar, y en el fondo, lucrar con el agua”.
Asimismo, Mella destacó la criminalización de la que han sido objeto algunos de los dirigentes sociales que convocan a esta marcha, entre ellos Rodrigo Mundaca -condenado por injurias contra el ex ministro Edmundo Pérez Yoma- y Rodrigo Villablanca, miembro de la Asamblea de Huasco Alto, que ha sido amenazado en medio de la lucha que emprenden contra Barrick Gold por el proyecto Pascua Lama. “No podemos seguir siendo criminalizados los dirigentes que damos esta lucha, porque también se ha tendido hacia esa dirección y que pretende atemorizar a quienes encabezamos el movimiento”, señaló Mella.
Respecto del conflicto principal que aqueja a la Región Metropolitana, en la cual Mella es activista de la campaña “NO a Alto Maipo”, la dirigenta aseguró que el proyecto energético encabezado por AES Gener, en sociedad con el Grupo Luksic, compromete el futuro hídrico para la ciudad de Santiago, puesto que con la intención de entregar energía para la ampliación de la Mina Pelambres, propiedad de Antofagasta Minerals, la mayor parte del recurso hídrico disponibles del río Maipo estará destinada a generar energía y no a abastecer de agua potable a la metrópolis. “Este es un proyecto que beneficia sólo a estos dos grandes conglomerados económicos y que hipoteca el abastecimiento seguro de agua potable para una ciudad en la que vive más del 40% de la población nacional. A eso, hay que sumarle la proyección de crecimiento demográfico que hay para Santiago para los próximos 10 o 15 años, quienes difícilmente tendrán agua si se afecta a la cuenca más importante y estratégica de Chile”, señaló Mella.
Por otra parte, Humberto Manquel, dirigente mapuche del Parlamento de Koz Koz, de la comuna de Panguipulli, aseguró que en su territorio enfrentan la amenaza de proyectos hidroeléctricos, la sequía de la que culpan a las empresas forestales, y además por empresas salmoneras que están contaminando los ríos de la región. “Este no es un problema que sea único de Panguipulli, y en ese contexto hoy nuevamente nos hemos encontrado con varios dirigentes donde constatamos cómo, cada uno de nosotros, vivimos estos problemas por los cuales planteamos nuestras exigencias, que son tan simples como que el Agua vuelva a ser un bien común, para que las comunidades vuelvan a contar con el recurso, por lo que se debe desprivatizar el agua”, aseguró Humberto.
Manquel detalló que uno de los proyectos hidroeléctricos que amenazan a Panguipulli es Neltume, donde se verían afectadas con la construcción de la represas varias comunidades mapuches y sus sitios ancestrales. “Al inundar el río Fui, que sale del Lago Pirihueico, eso significa que se inunda también el lago Neltume, lo que lleva consigo que muchas de las comunidades que viven alrededor, por ser esa una parte muy plana, quedarían bajo el agua, tanto las propiedades usadas para el pastoreo de animales, como también la de especies en riesgo como el Huillín. También se inundaría un complejo ceremonial mapuche, donde hay cementerios y donde están también los terrenos donde se realiza el nguillatún, que es la ceremonia más relevante de nosotros”, indicó.
“Yo no culparía de esto a este gobierno, porque son todos los gobiernos iguales. No nos respetan, no hay una consideración sobre los derechos que tenemos, que son derechos humanos pero también atentan contra nuestro derecho como pueblo mapuche, que incluso teniendo el Convenio169 de la OIT, no se nos escucha”, complemento Manquel.
Finalmente, el representante del Paralamento de Koz Koz comentó que como comunidad ya habían participado de la primera marcha realizada en 2013, y que esta vez les toca hacerse cargo de la columna que avanzará desde la estación El Llano, correspondiente a las organizaciones del sur, a las que invitó a todas las comunidades mapuche existentes en Santiago para sumarse a la marcha, y que “ayuden a sus peñis que siguen viviendo en las comunidades, para hacer una fuerza tal que le diga al gobierno que aquí, los que quieren el agua son las comunidades, y que son ellas las que tienen que impulsar una nueva Ley de Aguas, para no esperar que el gobierno o el parlamento nos tomen en cuenta”, concluyó.