Desaparición de las abejas ¿Hacia un apocalipsis agrícola mundial?
Los polinizadores son especies animales que trasladan polen desde la antera (órgano masculino de la flor) al estigma (órgano femenino) permitiendo que se efectúe la unión del gameto masculino con el gameto femenino del óvulo. Este proceso es conocido como fertilización o singamia y permite la producción de semillas y frutos. Se estima que cerca de un 90% de los cultivos agrícolas a nivel mundial depende de la polinización de las abejas.
Disminución mundial de población
Las abejas, principal insecto polinizador, están sufriendo desde el año 2006 un fenómeno de desaparición masiva que fue bautizado entonces con el nombre de Colapso de Colonias de Abejas o CCD, por sus siglas en inglés (Colony Collapse Disorder), el cual consiste en que las abejas abandonan los panales de manera súbita y desaparecen. Algunas de ellas son encontradas muertas en lugares aledaños, pero otras no vuelven a aparecer.
Se estima que el año pasado la población de abejas en EE.UU. se redujo en un 50%. Normalmente, los apicultores pierden entre el 5% y 10% de sus colmenas en la temporada invernal. Sin embargo, en los últimos años los agricultores se han visto privados de más de la mitad de ellas en el mismo periodo del año.
En el Reino Unido los apicultores afirman haber perdido más del 10% de las colonias de abejas que normalmente mueren durante el invierno. Muchos apicultores de los alrededores de Londres han perdido entre la mitad y el 75% de sus colmenas. Hecho que se repite en otros países como Polonia, Grecia, Italia, Portugal y España.
¿Por qué están desapareciendo?
Las abejas mueren por múltiples causas, parásitos, pesticidas, monocultivos y ausencia de flores. Además estarían siendo afectadas por los impactos del calentamiento global (alteración en el tiempo de floración de las plantas y la cantidad y época de lluvias), el cultivo de transgénicos y los campos electromagnéticos artificiales que estarían interfiriendo con la orientación magnética de insectos sociales, como las hormigas, avispas, abejas y termitas.
Si bien no existe un total consenso respecto a la causa específica que ha desencadenado la dramática disminución de población de abejas a nivel mundial, la mayoría de las investigaciones realizadas señalan como principal factor el uso de insecticidas conocidos como neonicotinoides, se trata de una familia de insecticidas introducidos en el mercado en los 80 por las multinacionales Bayer y Syngenta, quienes comenzaron a comercializar un tipo de semilla blindada, impregnada con fertilizantes y neonicotinoides.
Debido a esta situación, a partir de abril de 2013 los neonicotinoides fueron prohibidos en la Unión Europea. No obstante su uso ha sido tan masivo que se ha iniciado un efecto dominó de residuos que ha continuado afectado de forma dramática a las abejas.
El caso chileno
En Chile, la industria apícola incluye cerca de 500.000 colmenas, distribuidas desde la Región de Antofagasta hasta Aysén, destacando las regiones del Maule, Biobío y Araucanía como las zonas con mayor número de colmenas. En mayo de 2013, tras la muerte de colmenas completas de abejas en Quillón y Liucura Alto, Región del Biobío, se encargó un estudio de la Universidad de Maryland y el Departamento de Agricultura de Estados Unidos el cual sostuvo que la causa sería la mezcla extraña de pesticidas y fungicidas que contaminan el polen que las abejas recolectan para alimentar sus colmenas.
A su vez el estudio realizado identificó la presencia de los insecticidas llamados neonicotinoides. De acuerdo a la Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile, tres de los insecticidas más letales corresponden al Gaucho, Poncho y Cruyser pertenecientes a la multinacional Bayer.