(In)justicia cotidiana, La Legua y el abuso de poder

(In)justicia cotidiana, La Legua y el abuso de poder

Por: El Desconcierto | 29.04.2013

A las 11.50 horas del día martes 23 de abril de 2013, fue detenido en la calle San Gregorio con Comandante Riesle Felipe (26 años) poblador, estudiante, trabajador e integrante del Comité de DDHH de La Legua. Según Carabineros de Chile por “ocultación de identidad”. El procedimiento y sus resultados son un botón de muestra de que el peso social y político del sistema de (in)justicia en Chile recaé abrumadoramente en los sectores pobres y excluidos en pos de la mentada seguridad social, sino nacional del país. La situación antes reseñada se caracterizó por el abuso de poder, la desproporcionalidad y el maltrato de parte de carabineros: a) Carabineros efectuo un control de identidad de “rutina¨a Felipe, quien en ese instante no poseía ni un documento que la acreditase. b) Vecinos del sector aseveran que carabineros de la Comisaria n 50 de San Joaquín le tomaron del cuello por la espalda, tiraron al suelo y esposaron para ingresarlo al furgón policial, donde como es usual para pobladores de La Legua, lo desnudaron, mientras los improperios y agresiones de tipo verbal y fisica se hicieron constantes. En el llamado “procedimiento de rutina” llegaron más de cuatro carros policiales y participaron por lo menos una decena de uniformados quienes aparentemente satisfechos por su accionar se desplegaron del lugar sin tener a bien dar cuenta de información fehaciente y clara para los que exigían el derecho de conocer los hechos. c) Una vez en la Comisaría Felipe es consultado sí quiere constatar lesiones, al contestar afirmativamente, carabinero dice ““Por hueón, entonces, te vamos a llevar a fiscalía y el juez que decida, te vamos a dejar hasta mañana” d) Felipe pasa 24 horas detenido, luego es llevado a Fiscalía donde el Fiscal decide “formalizarlo” dando crédito absoluto a la versión oficial. e) En el caso que Felipe desee actuar según dicta su conciencia, en dignidad y derecho, las posibilidades ante el sistema actual de (in)justicia son mínimas, razón por la cual el defensor público le sugirio que aceptara las condiciones definidas por la jueza de avisar sobre cambio de domicilio en caso de que así sea y estar sujeto a reanudar la causa en caso de que cometa un tipo de delito o falta en un plazo de un año. Sí la autoridad dice actuar bajo las facultades que le otorga la ley ante los ciudadanos, su comportamiento para con éstos demuestran, en su forma y fondo, la transgresión de derechos básicos. En el marco de la Intervención policial de La Legua (comenzada el año 2001) los Derechos Humanos han sido sistemáticamente transgredidos, no ayudando sino a potenciar el ambiente de impotencia y miedo que el narcotráfico ha generado. La apuesta por la seguridad ciudadana no se está perdiendo solamente porque es abosolutamente cosmética sino porque parte importante de la sociedad civil se siente comoda ante la idea de que para terminar con el “flagelo de la droga y la delincuencia” hay que transgredir lo esencial, no importa. El abuso de poder, la desproporcionalidad y el maltrato forma parte de un actuar permanente de carabineros. Al mismo tiempo que se ocupan de este tipo de controles y en la misma población en que ocurrieron estos hechos, ni las balas, ni la droga, ni los responsables de ésta son contenidos o reducidos por quienes son los encargados de velar porque ésta no prolifere. La acción del Ministerio Público y las carencias inherentes a la posibilidad cierta de justicia y dignidad, bajo las condiciones y el desarrollo del proceso antes descrito no solo se limitan, sino que se vuelven inaccesibles. Comité de defensa y promoción de Derechos Humanos de La Legua