El Desconcierto en Feria de Re Evolución Porteña
Valparaíso.- Con un rotundo éxito terminó el primer festival de Re-Evolución Porteña desarrollado en la Plaza Cívica de Valparaíso el 4, 5 y 6 de enero. Cine, música, feria de la diversidad, luchas de los pueblos se dieron cita en ésta céntrica explanada que está a los pies del edificio de la Intendencia Regional. Organizado por Cine Forum, Páginas Chilenas, Revolución de la Cuchara y Rezaka producciones, con el apoyo de tejedoras, libreros, editoriales independientes, y de revista El Desconcierto, que hacía su estreno en el escenario cultural porteño. La feria siempre vivió para deguste de los transeúntes que encontraban preciados y novedosos objetos como fulares y orgones. Surgido como extensión del Festival Cine Otro: Cine Social, Político y de Derechos Humanos, que este año cumple su séptima versión, Re-Evolución Porteña concitó la concurrencia de parte importante del tejido social porteño. Por Equipo Re Evolución Porteña El viernes 4, día de instalación de la feria comenzó con un traspié: hacía un calor de esos y los toldos facilitados por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) se desguañangaron con la segunda ventolera que a medio día sacudió el plan. No aptas para Valparaíso, estas son las únicas carpas que ofrece el estado en Valparaíso al conjunto de organizaciones sociales y feriantes culturales que dan vida a la ciudad. Cabe considerar que estos inútiles toldos fueron donados al INJUV por la multimillonaria empresa concesionaria del puerto TPS, que tiene la particularidad de pagar en patentes al municipio, una cifra inferior al millón de pesos. Como consecuencia de esto, varios feriantes quedaron como jaibas, afiebrados por el sol abrazador. Pero nada importó: los re-evolucionarios tenían newen. Nadie dimitió cuando las cosas se veían difíciles. Rezaka producciones armó un potente amplificación en el que Dann Espinoza promovía la feria y Pancho Marín llamaban a la re-evolución. Ese viernes en el escenario estuvieron la joven, hermosa y extraordinaria cantante popular emergente Pía Zapata, que en compañía del ya experimentado bajista Pablo López: perfumaron la tardecita con su música. También estuvo Rocío Gómez, otra cantautora que fue una sorpresa por la fuerza de su voz y por lo punzante de sus canciones. La película de esa noche, con que se cerraría la jornada, era un estrenazo: La Espiral (1975), de Arman Mattelart, que analiza y muestra el complot dirigido desde Washington y cuyo fin era derrocar al gobierno del Presidente Allende. Fue presentada por los animadores: Marín y Jorge Coulon, que la ensalzaron en justa medida. La película fue un éxito en Valparaíso: 150 personas la vieron completa desde las gradas y muchos más la observaron de pasada en el camino a sus casas o sus festines viernescos. Cabe tener presente que la proyección se hacía con el potente proyector del Consejo de la Cultura, que fue hábilmente manejados por Gabriel amigo, lo que dio fuerza y calidad a la puesta en escena. Este film, de gran factura y hablado en francés, nunca había tenido un estreno en Chile, a pesar de su relevancia. Si había circulado por abajo, entre traficantes de cultura. Re-Evolución de la Cuchara y festival Cine Otro fue su debut en Chile. Seguro que su fuerza crecerá porque, sin duda, La espiral es una película necesaria. El sábado estuvieron los conjuntos QuePuerte y Pachakuti en el escenario central. El primero con su rock sinfónico y el segundo con su canto andino causaron furor en los centenares de personas que presenciaron el espectáculo. El Cine de esa noche partió con un homenaje que Cine Otro en la persona de Francisco Marín hizo a “los zapatistas”, palabras que fueron compartidas y ampliadas por el director de Inti Illimani Jorge Coulon. Se mostró un corto de cuatro minutos en que aparecían los zapatistas chiapanecos desfilar en silencio. “¿Escucharon?”. Luego fue el turno de Trapananda, de Ignacio Aliaga. Por su hondo contenido el film causó emoción. Hermosa fotografía y gran guión para una cinta que también vivía su estreno. Trata sobre la cultura, la música, las formas de vida de los patagones y sobre la lucha por la tierra que dieron sus abuelos, que en la batalla de Chile Chico vencieron a carabineros. Estos actuaron como defensores de los estancieros a quienes los gobiernos de principio de siglo concesionaron parte importante de la Patagonia. Hoy el conflicto es similar: los nietos y bisnietos de los héroes de Chile Chico deben luchar contra Endesa y sus represas, las mineras, y los políticos pillines que les protegen. El público escuchaba atento hasta en las últimas terrazas que colindan con calle Bellavista. Quedaron extasiados con este filme que muestra las profundidades del “conflicto de Aysén” desde la belleza de la vida. El domingo fue furor. La sorpresiva presencia en el escenario de Chinoy –un luchador calado- ayudó. Y Pía Zapata, que se va ganando un espacio entre el público porteño, repitió aunque ahora fue en compañía del baterista de Vermont Dereck Souza. La mano inquieta, no pudo estar pero si estuvo el trovador Jorge Rozas, un conocido del puerto, que cerró el acto en muy buena forma Esa noche la película era la Isla de la Fantasía, los Buena Vista Social Club de la cueca porteña. La presencia de algunos de ellos realzó la importancia de este filme que también vivía su estreno. Esto sigue El balance fue total. Los feriantes se fueron contentos por el ambiente de fraternidad que se vivió. Además, las ventas fueron buenas y para algunos: muy buenas. Desde las organizaciones convocantes el sabor fue muy especial: mucha gente que acudió al llamado se conoció y reconoció en sus quehaceres y descubrió que puede y quiere seguir trabajando y luchando junta. Fueron tres días de actividad cultural autogestionada -sin ningún financiamiento ni estatal ni de privados-, y que contó con muy buen público. Se ocupó un lugar neurálgico de la ciudad, realizándose tres sendos estrenos que en si constituyeron un renacimiento de Cine Forum, entidad que es dirigida por Nelson Cabrera, mejor conocido como Neco. Funcionaron las alianzas que se tejieron. La presencia combinada de artistas consagrados y otros emergentes, que realizaron buenísimas performance, terminaron por hacer de este festival, en su primera versión, un nuevo clásico porteño. El Festival de Cine Otro sigue hasta el 11 de enero. La Re-evolución porteña ya no para. Esto tiene que seguir.