En medio de su férrea e histórica postura antiaborto, en tiempos en que era diputado, José Antonio Kast lideró una cruzada internacional con el propósito de denunciar una supuesta actitud improcedente de parte de algunos integrantes de la Iglesia, donde incluso aludió al sacerdote Felipe Berríos.

Específicamente, en una carta enviada en febrero de 2016 al reverendo P, Pefer-Hans Kolvenbach, superior general de la Compañía de Jesús con domicilio en Roma en esa época, el ahora presidenciable oficialista argumentó su radical postura apelando a una intervención en esta instancia.

Identificándose como integrante del "Frente Parlamentario por la Vida" expresó su preocupación frente a lo que catalogó como "avance de la cultura abortista en nuestra patria", detallando además su cruzada por el respeto a "la vida desde el momento de la concepción hasta su muerte natural", junto a un grupo de colegas en el Congreso de la época.

Llamado de Berríos a debatir el tema incomodó a Kast

En la misiva, el aspirante a La Moneda plantea que "mantener la defensa de un principio tan básico como el derecho a la vida se hace cada vez más difícil en nuestros tiempos y que además esta defensa sea hecha por políticos que naturalmente tienden a ver que es lo que la 'gente quiere' es aún más digno de destacar, ya que a pesar de que muchos podrían arriesgar una eventual reelección o a ser 'sancionados' por sus respectivos partidos políticos, por estar en contra de la línea oficial del mismo han optado por defender lo que piensan más allá de cualquier otra consideración".

Paralelamente, Kast apunta expresamente a llamar la atención de su destinatario "respecto de declaraciones, a mi juicio bastante desafortunadas de algunos sacerdotes miembros de la Compañía de Jesús", dice antes de acusar directamente a un integrante de la congregación.

"Nos han parecido del todo imprudentes y poco oportunas las declaraciones del padre Felipe Berríos, quien señalara (...) que 'hay una opinión de que la píldora es abortiva, pero hay otra opinión de que no lo es' (...) Creo que tenemos ciertos talibanes dentro de la Iglesia Católica, donde a mí me gustaría también que hubiera más posibilidades de diálogo sobre materias donde no hay una definición absoluta'", dijo luego citando al sacerdote.

Y entregó más nombres, asegurando en su carta que estas contaron con el respaldo del "padre Felipe Denegri, el padre Antonio Delfau y de una u otra forma también por el padre Fernando Montes, todos de la Compañía de Jesús en Chile".

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Píldora del día después, otra amenaza que Kast denunció

En otro ámbito, Kast detalla que junto a 40 parlamentarios lideraba "otra batalla contra una iniciativa gubernamental que busca por la entrega masiva, desde los 14 años, de la píldora del día después en los consultorios de atención primaria, ello a pesar de que la opinión pública pudiera ser favorable a parte de dicha medida, pero aquí no queremos que se disfrace de aceptable y legal la entrega de una píldora que a nivel mundial es reconocida como abortiva", dice aludiendo a la administración de Ricardo Lagos.

Finalmente, asegura que "es lamentable y a veces frustrante, sobre todo en el ámbito político (...), que sea desde el interior de la Iglesia Católica, desde donde se hagan criticas tan duras como llegar a tildar de 'talibanes' a los que tienen una línea clara en un principio tan esencial como la vida del que está por nacer", dice apelando expresamente a una intervención de su destinatario.