Un directo y claro emplazamiento a la administración de Sebastián Piñera fue el que hicieron este martes Elisa Loncon y Jaime Bassa, presidenta y vicepresidente de la Convención Constitucional, al cerciorarse de que el edificio del ex Congreso no evidenció ninguna evolución en su implementación técnica, luego del caótico día lunes.

Como ya es sabido, la jornada anterior ya se suspendió la primera sesión del órgano encargado de redactar la nueva Constitución de nuestro país debido a que no se realizaron las instalaciones técnicas mínimas para habilitar el trabajo de los 155 elegidos para asumir esta histórica labor.

Lamentablemente, este 6 de julio a primera hora de la mañana, Loncon y Bassa no sólo se dieron cuenta de que sus requerimientos no fueron atendidos, sino que sus oficinas personales, ni siquiera disponen de escritorios para trabajar.

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“Revisamos las dependencias y están igual como nos fuimos ayer. Queremos comunicarle al pueblo de Chile, hoy nos corresponde hacer una sesión, pero no hay condiciones técnicas ni sanitarias”, comenzó diciendo Loncon.

“Revisamos nuestras oficinas y no tenemos ni computadores para comunicarnos con los convencionales y esta es la situación con la que nos encontramos. Estamos aún con esta dificultad. No han hecho nada, no han instalado nada distinto, revisamos todo. La Constituyente debía sesionar desde ayer y no podemos. Le estamos dando una muy mala señal al país”, prosiguió.

Finalmente, cerró expresando su agradecimiento “a las, les y los constituyentes por su comprensión. Agradecemos a las universidades públicas que nos quieren facilitar sus dependencias. (Y) agradecer al pueblo de Chile su comprensión”.

“Esto es responsabilidad del gobierno”

Por su parte, Jaime Bassa fue más directo en su alocución. “Este punto de prensa es para informarle a los constituyentes que aún no tenemos un canal de comunicación con ellos, no tenemos la base de datos, pues no la han facilitado”, denunció.

“Llegamos muy temprano a estas dependencias a revisar su estado y no se han iniciado los trabajos todavía. La oficina de la presidenta y la mía no se encuentran habilitadas. No tienen computadores, impresoras, teléfonos ni escritorio”, agregó.

Por último Bassa cerró advirtiendo que “si mañana (miércoles) no están las condiciones, no sesionaremos en este edificio, es una decisión tomada y esto es responsabilidad del gobierno. Si eso pasa, trabajaremos en el edifico de la Universidad de Chile. Este no es un problema administrativo, es un problema político, hay una forma de operar que obstruye y no lo vamos a permitir”.