El día de la presentación oficial de candidatas y candidatos a la Convención Constitucional, dos ausencias de la lista del PPD llamaron la atención de la opinión pública. Teresa Valdés y Leslie Sánchez, mujeres feministas y con larga trayectoria cuyos nombres fueron bajados por intereses presidenciales del PPD. Esto, según acusaron a El Desconcierto.

Al respecto de la situación particular de Valdés, la agrupación Mujeres por la Vida, movimiento que surgió en Chile en 1983 como resistencia a la dictadura de Augusto Pinochet, manifestó su apoyo a la socióloga y coordinadora del Observatorio de Género y Equidad.

“Teresa Valdés es una feminista histórica, de calle, académica y política, fuerte y sorora, preparada, leal, transparente, honesta, de años de trabajo con organizaciones sociales, con una vida de consecuencia y compromiso“, comenzaron, a través de una carta.

Para las firmantes de la misiva, y en su calidad de fundadora de Mujeres por la Vida, colectivo que movilizó a miles de mujeres por la defensa de los derechos humanos, la justicia y la democracia en Chile, Teresa Valdés “siempre nos ha representado su búsqueda de la unidad con el objeto de lograr el bien vivir para todes, haciendo de la tolerancia una militancia“.

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El 11 de enero, “Tere Valdés fue atropellada por la maquinaria política de las elites  dirigentes de los partidos, esta vez la del PPD“, sentenciaron. “Conocemos esas prácticas patriarcales que se mantienen desde la época de la dictadura, a pesar de todas las luchas, demandas y explosión de la sociedad por mayor democracia“, agregaron desde Mujeres por la Vida.

“Estamos cansadas y enojadas por los malos y tramposos hábitos con que las dirigencias manejan su poder. Estamos hartas de ver que personas como Tere Valdés que tienen tanto que aportar quedan fuera de procesos políticos claves como es la construcción colectiva de una Constitución“, señalaron.

De esta forma, expresaron en la carta que “no basta con repetir un discurso que utiliza conceptos feministas, se trata de incorporar la perspectiva transformadora del poder que proponemos las mujeres“.

“Por ello, no acusamos a personas, acusamos la mala práctica de anteponer amiguismos y desdeñar la voz de las mujeres. Eso es muy diferente a la actitud solidaria que propugnamos, la que respeta los acuerdos y trabaja con una perspectiva de país para que el colectivo tenga una vida digna“, indicaron.

Finalmente, cerraron sentenciando que “para nosotras, el cuidado entre las personas es una dimensión sustancial de la vida política. Este principio no lo transamos ni lo transaremos nunca.“