El ciudadano estadounidense, John Cobin, quien en noviembre de 2019 percutó su arma contra manifestantes en Reñaca, durante el estallido social, vio complicada su situación esta semana con el inicio del juicio en su contra.

A 10 meses de lo sucedido y estando en prisión preventiva todo este tiempo, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Viña del Mar analiza las pruebas presentadas por testigos y peritos.

En ese sentido, según lo informado por Biobío, el jefe del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), capitán Cristián Becerra, aportó datos que podrían aumentar la pena contra él, integrante del grupo que se denominó los "chalecos amarillos".

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Esto, porque las personas que decidieron combatir a los manifestantes, armándose con piedras, palos y armas, entre otros, usaban los chalecos reflectantes que usan conductores de automóviles, para identificarse.

En ese sentido, John Cobin empezó a organizarse con otras personas, lo que informaba en el grupo de WhatsApp familiar, donde hablaba de sus acciones contra el estallido social.

A partir de esta circunstancia es que los peritos detectan que el ciudadano estadounidense se coordinó el domingo 10 de noviembre para llegar hasta el sector de Reñaca. Es camino al club de tiro donde lo interceptaron los manifestantes y donde el sujeto percutó su arma contra ellos.

Además, los peritajes comprobaron que Cobin compró 500 municiones días antes de lo sucedido, tras constatar lo que estaba ocurriendo en el país con el estallido social.

Cabe recordar que el juicio en sí se extenderá por 11 días, y declararán en él 19 personas. El ciudadano estadounidense arriesga hasta 17 años de cárcel por estos hechos.