La bancada de Convergencia Social ofició a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, la seremi Alejandra Novoa y el director de Presupuestos, Matías Acevedo, para que den cuenta y aclaren las dudas sobre el destino de los más de cuatro mil millones de pesos asignados por el Gobierno Regional al programa “Santiago es de Todos”, encargado de fomentar la cultura en 52 comunas de la región.

A través del documento solicitaron un informe detallado sobre la implementación del proyecto, la transparencia de los gastos del programa, las personas contratadas y bajo qué mecanismos lo están. Además de conocer si se re-destinaron fondos durante la pandemia o serán devueltos al Gobierno Regional que, de acuerdo al oficio, no pueden ser utilizados en actividades que no formen parte del plan aprobado por el GORE.

En el requerimiento también demandaron que se clarifique la línea comunicacional de la iniciativa cultural y el trabajo articulado entre los equipos de comunicaciones del programa y el de la Seremi.

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Al respecto, la diputada Gael Yeomans señaló que “ocuparemos nuestra facultad de fiscalizar el programa 'Santiago es de Todos' porque a la fecha aún no hay claridad sobre si aún tiene los fondos para realizarse o si fueron re destinados. Hoy el mundo de la cultura vive mucha precariedad laboral y un proyecto tan grande como este podría ser oxígeno para muchas familias que no han podido trabajar en los últimos seis meses”.

Asimismo, el diputado Gabriel Boric indicó que la precarización del sector se ha agravado con la pandemia. Puntualizó que “es relevante exigir transparencia para conocer a dónde van a parar los recursos públicos, en este caso los fondos para fomentar la asociatividad local mediante la postulación de proyectos culturales del programa a cargo de la Seremi de Cultura 'Santiago es de Todos', y así poder asegurar que los pocos recursos que han existido estén bien distribuidos“.

Precariedad de las y los trabajadores

En esta línea, el diputado Gonzalo Winter se refirió a la situación laboral de los trabajadores y trabajadoras: “la precariedad laboral del sector de las culturas y las artes es una realidad que ya antes de la pandemia mantenía a muchas trabajadoras y trabajadores en la intermitencia y la situación actual es de aún mayor incertidumbre. Este fondo podría ser una ayuda justa y necesaria si existiera contratación y trabajo articulado con gremios“.

A su vez, el diputado Diego Ibáñez cuestionó el trabajo de la Seremi de las Culturas:  “entendemos que el rol de la Seremi debe ser de mayor productividad e iniciativa comprendiendo que se trata de un sector históricamente relegado. Urge ponerse al día con la deuda histórica que se tiene con trabajadoras y trabajadores de la cultura, no solo en pandemia, sino que de aquí en adelante“.

Finalmente, Lorena Olavarría de la Comisión Cultura de Convergencia Social, mencionó la ausencia de la Seremi durante la pandemia y solicitó un giro en la estrategia: “nuestro sector merece que la autoridad regional en cultura esté preocupada de encontrar soluciones, de vincularse con agentes culturales y elevar la reflexión cultural, y no de profundizar nuestra precariedad laboral. Si sus intereses son el desarrollo cultural de la región, debe haber un cambio de rumbo“.