Agazapados, preocupados de que nadie los siguiera, un grupo de personas se fue juntando afuera del Estadio de la Congregación Santa María Claret, de los marianistas, en San Miguel. Corría 1988 y el Partido Comunista seguía con un pie en la clandestinidad. A pesar de eso, sus militantes imprimieron afiches para promocionar una fiesta organizada con foros, stands, puestos gastronómicos e incluso bandas musicales.

El encuentro, bautizado como Fiesta del Arte, la Ciencia y la Cultura por la Democracia en Chile, en realidad retomaba una tradición de más de 30 años que había sido prohibida por la dictadura: la conmemoración del nacimiento del Partido Comunista, que se celebraba cada 2 de enero por ser el día en que, en 1922, el Partido Obrero Socialista cambió su nombre.

Una vez adentro, los asistentes se deleitaron con la muestra de circo y el teatro infantil, compraron a 500 pesos dibujos de grandes artistas nacionales y escucharon por altoparlante discursos de grandes figuras de la época, como Luis Corvalán, entonces secretario general del PC, y Gladys Marín, quien lideraba la lucha clandestina. Hasta que llegó el momento del recital, en el que participaron artistas como Congreso, Isabel Parra y Sol y Lluvia.

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Fue el primer reencuentro de los comunistas desde el golpe del '73. Por eso no era extraño ver a muchas personas reconocerse y abrazarse; era una forma de saber que el otro estaba vivo, que no había sido asesinado ni detenido desaparecido. Los abrazos proliferaron cuando subió al escenario Lautaro Carmona, entonces Secretario General de la Juventudes Comunistas.

Alejandro del Río, uno de los organizadores de ese primer encuentro, recuerda que en ese momento hubo una catarsis. “Los abrazos se generalizaron, eran compañeros que se reencontraban,  los que recién regresaban del exilio, de los que evitaban saludarse por razones de seguridad, de los que no sabíamos nada y nuevamente los encontrábamos. Tan efusivos y fuertes fueron los abrazos que los religiosos a cargo del estadio, nos dijeron: ‘¡esta es la fiesta de los abrazos!’”, cuenta.

También recuerda que para esa oportunidad el mismísimo escritor Eduardo Galeano, invitado especial, recitó un discurso titulado como “La dignidad del ser humano pasa por la libertad".

Un par de días después, El Mercurio titularía “La Fiesta de las Artes resultó ser el aniversario del Partido Comunista”.

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Aunque no deja de ser cierto, Fidel Moscoso, actual productor general del evento que este año celebra su aniversario número 30, dice que el objetivo es que esta sea la gran fiesta de la izquierda chilena. Por eso, para esta oportunidad además de toda la Nueva Mayoría, se preocuparon de enviar invitaciones personalizadas a figuras del Frente Amplio. “La idea de este evento es que la gente se junte a discutir y a pasarlo bien. Por el actual ambiente de derrota de la centro izquierda, va a ser importante la asistencia de distintos actores. Si se consigue ese encuentro, este va a ser un hecho político que marque este año”, asegura.

Desde 1992 que la fiesta se celebra en el Parque O’Higgins, y este año no es la excepción. Eso sí, Moscoso explica que por primera vez se instalarán en el sector de las fondas, porque este año pretenden recibir más público; unas 20 mil personas. Contará con una feria gastronómica, puestos de artesanías, foros de discusión y la presentación de los shows de Moral Distraída, Los Prisioneros (Narea y Tapia), Inti-Illimani, Quique Neira, Sol y Lluvia, Guachupe, Mauricio Redoles y Max Berru.

La Fiesta de los Abrazos se desarrolla este 6 y 7 de enero desde las 10 am en el Parque O’Higgins. Las entradas valen $5.000 en Ticketek y los niños de hasta 12 años entran gratis.