“Hay que apurar mucho el paso” en la acción climática, advierte autora del informe IPCC, Laura Gallardo
El categórico informe publicado recientemente por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) ha generado sensaciones de desesperanza en muchas y muchos. Para Laura Gallardo, una de las investigadoras chilenas que participó en la redacción del informe, el mensaje principal es un llamado a profundizar más que nunca la acción climática.
¿Cuáles son las principales conclusiones que nos deja el informe del IPCC?
Primero, el cambio climático ya está aquí y nos afecta a todos y a todas en todas partes. Segundo, que la factibilidad de eventos extremos es mucho mayor. Incluso eventos que son poco probables, hoy no se pueden descartar. Si antes ocurrían cada mil años, la probabilidad de que ocurran ahora es mucho mayor y los impactos por ende también serán mayores.
El tercer elemento es que estamos a tiempo de evitar los peores efectos. Ya vamos a alcanzar ya vamos a alcanzar el calentamiento global de 1,5 pero podemos evitar alcanzar los 2, 3 o 4 grados de calentamiento. Cada grado cuenta y tiene todo el sentido del mundo la acción climática hoy en día.
¿Qué significan para Chile los posibles escenarios que se describen en el informe?
Para Chile como para todo, implica tener que prepararse para un clima donde hay más extremos; para un clima con más impactos. Por lo tanto la preparación y la acción climática son fundamentales y tenemos que hacer todos los esfuerzos junto a todos los países en prever lo peor. Hay que mitigar, adaptarse y prepararse.
Con este informe en mano, ¿cuáles son las principales acciones que debería tomar Chile?
Este informe del cual soy autora, no contiene los elementos de adaptación y mitigación, que vendrán en los próximos dos informes que se están preparando para inicios del año que viene. Pero sí puedo decir que las acciones climáticas ya adoptadas tienen que intensificarse y en general hay que apurar el paso. Ese es el principal mensaje que hay que transmitir: hay que apurar mucho el paso.
El país está viviendo un momento de cambio político. ¿Qué cosas no pueden faltar en el trabajo de la convención constituyente a partir de esta evidencia?
El cambio climático es una realidad que, si no actuamos, se va a ir acentuando y agravando. Tenemos que tomarla en consideración. El cómo, le corresponde a las y los constituyentes y nosotros como comunidad científica estamos disponibles para conversar, entregar la información disponible y transmitir la ciencia que subyace. Pero sería muy raro no tomar estos elementos en cuenta porque esta va a ser la realidad del mundo para las próximas décadas, que es más o menos el mismo lapso en el que está llamada a pensar la nueva constitución.
Lo mismo ocurre con las candidaturas presidenciales. Hay un par que si incluyen estos elementos, pero quisiera que fuese un tema absolutamente central, porque efectivamente, enfrentar el cambio climático es consustancial a lo que vamos a hacer como país en las próximas décadas. Estos elementos tienen que estar presentes al igual que en la convención, sin importar con qué prisma se mire el mundo, hay que considerarlo.
En algunas personas existe la sensación de que acciones como reciclar no sirven de mucho si los grandes contaminadores no cambian su rumbo. ¿Cómo puede contribuir la ciudadanía ante este escenario?
Todos, todas y todes tenemos que actuar. La contribución de cada persona importa. También es cierto que hay países más grandes que tienen una responsabilidad mayor, y dentro de las sociedades, quienes más consumen y más riqueza tienen, también deben poner más de su parte. La acción climática debe ser, si se quiere, proporcional al privilegio, riqueza y consumo. Pero se requiere la acción de todas las personas, de Chincol a Jote.
Hay que hacer cambios en los patrones de consumo, cambiar las dietas, la forma de movilizarse. Todo esto requiere que concurramos todas y todos a ello. Hay que estar por una parte las autoridades elegidas, también la ciudadanía. Nadie tiene la bala de plata o la fórmula para solucionar esto. Hay que crear, pensar, escucharse e involucrarse.
Hay una actividad en el municipio de El Monte que involucra a las y los ciudadanos para pensar el futuro dentro de los límites planetarios. Hay que hacer este tipo de acciones con la concurrencia de la ciudadanía, y de las distintas áreas del conocimiento. Y es importante hacerlo en común, porque esto es un problema para todas y todos y nadie se puede quedar de lado esperando que los demás actúen.
Lo mismo aplica a nivel internacional. Entre los países tiene que haber primero el ejemplo, y segundo la presión a los cambios. De la misma manera en que ocurre entre ciudadanas y ciudadanos, tenemos que cambiar también a escala internacional. Físicamente es posible y ahora viene la COP 26. Esperamos que a escala global y de relación entre los países también se tome bien en cuenta este informe.