Lo que debía ser una fiesta con el regreso del fútbol chileno tras dos años al Estadio Nacional con la Supercopa entre Huachipato y Colo-Colo terminó siendo una jornada de mucha violencia, con enfrentamientos entre la Garra Blanca y Carabineros y el consiguiente incendio en la galería norte del principal reducto deportivo del país.

Todo comenzó antes del duelo donde, pese a que muchos lo advirtieron, la idea de Pablo Milad de realizar un minuto de silencio en honor al fallecido expresidente Sebastián Piñera fue un total fracaso.

Durante el estallido social falleció un integrante de la barra brava de Colo-Colo, por lo que era fácil imaginarse la reacción. Fueron más de 30.000 personas que no sólo pifiaron, sino que luego entonaron un cántico que todas las barras entonaban durante el levantamiento popular, en cada cancha de Chile.

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En cancha, Colo-Colo de Jorge Almirón ganaba 2-0 con uno de los goles de Arturo Vidal, quien regresaba al fútbol nacional tras 17 años en el extranjero. Eso no importó para la generación de violencia.

Cuando se jugaba el segundo tiempo, un gran piquete de efectivos de Carabineros de Chile ingresó a la cancha y violentamente comenzó a sacar y destruir un lienzo que la Garra Blanca colgó con mensajes contra Sebastián Piñera y Blanco & Negro.

La respuesta era obvia. Violencia trajo más violencia y se provocaron graves enfrentamientos que terminaron con el incendio en la galería norte y la suspensión del partido entre Colo-Colo y Huachipato.

Se espera que este lunes la ANFP se pronuncie, no sólo con la información sobre qué sucederá con el partido y el título de la Supercopa, además de posibles sanciones para Colo-Colo.