Representantes de la sociedad civil, de la academia y profesionales de diversas disciplinas, con el apoyo de la Fundación Heinrich Böll, iniciaron un proceso de reflexión y diálogo sobre las características que requiere el modelo de desarrollo chileno para superar su condición extractivista. La idea es proponer una estrategia de desarrollo que nos permita avanzar en operar dentro de nuestra biocapacidad nacional, considerando no sólo el crecimiento económico, sino también el bienestar humano y la sostenibilidad ambiental como pilares estructurales.

El ciclo de reflexión denominado “Conversaciones para pensar un nuevo modelo de desarrollo para alcanzar un Estado Social y de Derechos”, ha realizado una serie de reuniones y talleres, entre los que destacan los encuentros realizados con el ex ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena; el ingeniero civil y gerente de asuntos estratégicos de CORFO, Claudio Maggi; y la bióloga y académica de la Universidad de Antofagasta, Cristina Dorador.

La iniciativa busca plasmar en una publicación los puntos de acuerdo a los que lleguen las y los expertos y organizaciones participantes. Para avanzar en este trabajo, se ha constituido un equipo coordinador que tiene como objetivo organizar las conversaciones entre las y los expertos convocados; para luego sistematizarla y darle una dimensión pública.

“Es fundamental reconocer el hecho de que el medio ambiente y sus recursos son la base de nuestra economía, y que esta base está sometida a procesos de agotamiento y degradación debido a reglas y métodos de producción que necesitan ser mejorados. Requerimos garantizar que las generaciones futuras tengan igual acceso a los recursos renovables, y que el ritmo de explotación de los recursos no renovables permita invertir a tiempo en sustitutos. Esta iniciativa busca articular diversas miradas en áreas críticas del debate sobre el desarrollo económico y la transición socioecológica, con el objetivo de facilitar la construcción de consensos para avanzar hacia un Nuevo Modelo de Desarrollo”, destacó Rodrigo Astorga, coordinador del eje de Transición Socioecológica de la Fundación Heinrich Böll de Santiago de Chile.

Sobre las posibilidades y problemáticas que representa el actual escenario de transición energética para el país, se han expresado diversas visiones:

El exministro de Medio Ambiente Marcelo Mena comentó que “nuestro país puede dejar atrás la dependencia de combustibles fósiles, transformando todo lo que gastamos en combustible en inversión y crecimiento económico y empleo, todo ello con menor contaminación. Esta es una oportunidad única”.

Por su parte, el gerente de asuntos estratégicos de CORFO Claudio Maggi subrayó que “Chile es un productor de materias críticas para la transición energética como son el litio y el cobre. Además, tenemos ventajas para avanzar en vectores energéticos como el hidrógeno verde. Esto nos permite agregar valor a estos recursos en esta cadena de valor orientada a la transición energética. Pero esta transición también nos permite adaptar nuestras industrias, que necesitan ir a esquemas productivos sostenibles, y ahí también se abre una oportunidad”.

La científica y académica Cristina Dorador expresó que “es necesaria mayor reflexión frente al proceso de explotación que sufrirá el medioambiente, sus recursos y en particular los salares, para llevar adelante esta transición energética. “¿A quién va a beneficiar esta explotación masiva? Decir que Chile tiene que llegar a ser el primer productor de litio, implica asumir la destrucción de ecosistemas”, subrayó.

La iniciativa buscará, en una primera etapa, continuar sumando visiones y perspectivas, para luego realizar un trabajo que apunte a identificar los puntos críticos sobre los cuales construir consensos y opciones políticas.