El Derecho Real de Conservación es una herramienta legal que permite conservar el patrimonio ambiental de una propiedad privada, a través de un acuerdo voluntario y flexible entre un propietario y una organización que actúa como garante de conservación. 

Se trata de una figura legal cada vez más utilizada en Chile por distintas organizaciones que quieren promover y facilitar la participación de privados en la conservación del medio ambiente. 

El acuerdo establece qué aspectos de la propiedad deben conservarse y qué actividades están prohibidas. Las condiciones instauradas en el acuerdo se mantienen incluso si el predio cambia de propietario, dado que el Derecho Real de Conservación se grava con la propiedad. 

Experiencia acumulada

Uno de los ecosistemas que podrían beneficiarse de protección privada es el bosque mediterráneo de la zona central de Chile, que se encuentra muy amenazado y poco protegido, existiendo pocos terrenos públicos disponibles que contengan este ecosistema. 

Un caso que ejemplifica esto es el del parque El Boldo en Zapallar. Al conocer la intención de instalar un proyecto inmobiliario en un sector del bosque mediterráneo costero de Zapallar, un grupo de vecinos y veraneantes agrupa30dos en la Corporación Bosques de Zapallar, compró un área de 65 hectáreas y firmó un acuerdo de Derecho Real de Conservación con la Municipalidad de Zapallar, que en este caso actúa como garante de conservación.

Las organizaciones garantes de conservación se transforman en titulares del acuerdo y son por lo tanto responsables de monitorear que se cumpla. Es el caso de la Fundación Tierra Austral, que trabaja como garante en siete proyectos de conservación, donde asesora a privados en la construcción del proyecto, la firma del acuerdo y su posterior implementación y cumplimiento.

El DRC también se puede combinar con la venta de terrenos, como lo hace la empresa chilena The Real Eco State, que vende terrenos de al menos 5 hectáreas en la Patagonia con fines de conservación bajo un acuerdo de DRC.