El cambio climático es un problema que cada vez toma más protagonismo alrededor del mundo. En nuestro país ha tomado aún más valor por la redacción de una nueva constitución, la que se espera que tenga en consideración esta problemática global. Aunque parezca que este contratiempo es algo reciente, es una cuestión que ha preocupado a la humanidad hace mucho tiempo.

Como prueba de lo anterior, podemos considerar a los relojes climáticos. Uno de ellos es el "Reloj del Apocalipsis" o "Reloj del Juicio Final", el cual fue creado en 1947 en la Universidad de Chicago. Su objetivo es hacer una cuenta regresiva ligada a cuánto tiempo le queda a la humanidad. Aunque en un principio, la idea anterior iba ligada a un ataque nuclear, después se le agregaron algunos tópicos como los avances tecnológicos y el cambio climático.

En la actualidad, el "Reloj Climático" es la forma de crear conciencia y hacer una cuenta regresiva sobre cuánto queda para que el cambio climático sea irreversible. La referencia que ocupa es evitar que la temperatura global supere los 1,5 grados. "Una vez que la temperatura global suba por encima de 1,5 C, nuestras posibilidades de detener el calentamiento global y las catástrofes climáticas como los incendios, las inundaciones, las interrupciones en nuestro suministro de alimentos, se verán severamente disminuidas. Esta es nuestra oportunidad de evitarlo”, afirmó Andrew Boyd, artista climático-activista, en el año 2020.

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Climate Clock en Nueva York en el Día de la Tierra

7 años y 102 días, este era el tiempo que quedaba cuando se inauguró reloj climático en Nueva York. La cifra que tenemos hoy en 2022 es de 7 años y 92 días. Este fin de semana se le hará un pequeño cambio a la cuenta regresiva ubicada en Norteamérica. Esta modificación tiene que ver con que durante el fin de semana el reloj mostrará algunos mensajes en desmedro de la cuenta regresiva.

Además, recientemente una edición del Reloj Climático se traslado a Los Ángeles e hizo una aparición en los Premios de la Academia. Esto buscaba crear conciencia e incentivar a Hollywood y al mundo a hacer algo al respecto.

Junto con las frases, los habitantes de Nueva York también podrán participar en otras actividades. Desde una marcha por la ciencia, hasta un panel de discusión donde se podrán albergar las temáticas medioambientales y de energías renovables, todo esto para que funcionen de ejemplo para otras ciudades e incluso otros países que quieran poner en práctica estas instancias de aprendizaje y conciencia.

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