Comunidad Palestina en Chile acusa “vulneración grave de la política de Estado" por idea de Kast de llamar a Netanyahu
Mediante una declaración oficial, la Comunidad Palestina en Chile quiso expresar su profunda preocupación luego de las informaciones que decían que el presidente electo de Chile José Antonio Kast quiere retomar las relaciones con Israel, país acusado de genocidio.
El ultraderechista republicano quiere llamar por teléfono al primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, quien está acusado internacionalmente por muchos países, incluido Chile, de cometer crímenes de guerra contra mujeres, niños y ancianos en la Franja de Gaza.
Comunidad Palestina critica a Kast
El escrito comienza esperando que “los trascendidos de prensa no sean efectivos, pues un gesto de esta naturaleza implicaría una vulneración grave y flagrante de la política de Estado que ha orientado históricamente la acción internacional de Chile”.
“Esta política se basa en el estricto cumplimiento del Derecho Internacional, la promoción y defensa de los Derechos Humanos, y el respeto irrestricto del Derecho Internacional Humanitario. Estos principios se mantienen con independencia de los gobiernos de turno”, añadió la organización
No sólo eso, sino que para la Comunidad Palestina en Chile dice que la idea que Kast hable con Netanyahu sería “un quiebre explícito con esa tradición diplomática y jurídica del Estado de Chile”, pues “el primer ministro israelí está actualmente requerido por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra”.
Finalmente, avisan que “constituiría una señal contradictoria y profundamente perjudicial para los intereses estratégicos del país. Chile construyó su prestigio internacional sobre la base del multilateralismo, el respeto a las normas internacionales y la defensa de un orden mundial basado en el derecho y no en la fuerza”.
“Hacemos un llamado para que todos los actores políticos nacionales actúen con responsabilidad, coherencia y respeto por los principios fundamentales de la política exterior. Instamos a evitar gestos o señales que puedan interpretarse como un aval, directo o indirecto, a graves vulneraciones al Derecho Internacional y a los Derechos Humanos”.
