El hombre detrás el vidrio de Kast: la evaluación negativa del escolta que protege al candidato de la seguridad

La tarde del pasado jueves 11 de diciembre, el candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, salió al escenario para finalizar su campaña de cara a la segunda vuelta del próximo domingo. De la mano de su esposa, María Pía Adriasola, saludaron a los adherentes que flameaban banderas chilenas y, algunas, con su apellido estampado.

Tras el caluroso recibimiento, José Antonio Kast se posicionó en el atril desde donde emitió el último discurso de su periodo como candidato. Rodeándolo no podía faltar un símbolo de todas sus apariciones públicas: el vidrio antibalas. Un panel cubre el frente y los otros dos, sus laterales. Detrás no hace falta protección: esa tarea la cumple el capitán Jorge Gastó Bakx, su escolta durante la carrera presidencial.

El uniformado, según su LinkedIn, entre 2020 y 2023 se desempeñó como jefe operativo del GOPE de Valparaíso. Sus funciones incluían “administrar, dirigir, controlar y supervisar” las operaciones de dicha unidad en toda la región. Asimismo, realizaba capacitaciones, perfeccionamiento y entrenamiento a distintos funcionarios. Sus labores también incluían control financiero y ejecución presupuestaria.

En paralelo, Gastó ha cursado másteres enfocados en liderazgo empresarial y coaching directivo. Con ese currículum bajo el brazo, en 2024 asumió como director de Santa María Yachts, empresa “boutique de yates de lujo que ofrece experiencias náuticas personalizadas y exclusivas”. La firma opera en el Reino Unido junto a otros dos chilenos.

Ese mismo año, a los pocos meses de su ingreso a la sociedad de Santa María Yachts, constituyó en Chile la empresa Tech Force SpA, la cual fue conformada con un capital de $101 millones; no obstante, no cuenta con inicio de actividades en el SII, actuando netamente como una especie de “alcancía”.

También es titulado de Ingeniería en Prevención de Riesgos de Iplacex, carrera que cursó entre 2019 y 2022. Pese a su extensa colección de credenciales académicas, su paso por el GOPE de Valparaíso no finalizó de la mejor manera, según antecedentes conocidos por este medio.

Gastó al pizarrón

En abril de este año, una evaluación realizada por la Prefectura de Operaciones Especiales GOPE habría calificado negativamente el desempeño de Jorge Gastó como jefe de unidad, antecedente que derivó en su traslado a Santiago.

A través de una investigación, El Desconcierto pudo conocer que uno de los puntos cuestionados a Gastó habría sido su falta de acondicionamiento físico, de acuerdo con los antecedentes recabados. Los otros cuestionamientos responderían a aspectos actitudinales, como baja motivación, liderazgo y responsabilidad en las tareas obligatorias de su cargo.

De hecho, su evaluación habría quedado por debajo del promedio de funcionarios de su propia unidad. Pese a que puede resultar una banalidad, lo anterior es fundamental a la hora de cumplir con misiones a cargo del GOPE.

Por otra parte, esta redacción pudo corroborar que, luego de la mala evaluación que habría tenido Jorge Gastó, se le habría trasladado a la Prefectura GOPE en Santiago, con el objetivo de quedar bajo una fiscalización directa.

Fue tras su traslado a Santiago que, al poco tiempo, y pese a la evaluación negativa en Valparaíso, el capitán se incorporó como escolta de José Antonio Kast, puesto en el que se mantiene hasta la actualidad.

Quiénes pueden ser escoltas de candidatos presidenciales y políticos

Sin duda, ejecutar el rol de escolta de políticos y candidatos presidenciales es una de las tareas más importantes y difíciles en la carrera de un uniformado. Por esta razón, no son pocos los requerimientos que se solicitan.

Pese a que no existe un rango mínimo para que un carabinero pueda ejercer como escolta, sí hay ciertos requerimientos obligatorios. En primer lugar, deben formar parte de la DIPOLCAR y del Departamento de Protección de Personas Importantes (PPI).

Sobre este punto, los uniformados que pertenecen al PPI deben cumplir con un perfil altamente selectivo, incluso más exigente que el del servicio policial regular. Entre algunas de las características clave que deben tener figuran: ser de rango entre suboficial mayor y oficial (subteniente, teniente, capitán); contar con una hoja de vida intachable; evaluación psicológica avanzada; un perfil técnico especializado; y una condición física superior al promedio institucional.

Aunque el escolta de Kast maneja un nutrido respaldo académico, según se constata en su propia descripción, no existen antecedentes públicos que den cuenta de una especialización formal en la protección de personas importantes. No obstante, pudimos confirmar que actualmente sí forma parte del PPI, pese a su mala evaluación de abril.

Este medio se contactó con Carabineros para conocer cuál es el protocolo y el mecanismo para elegir a los escoltas de candidatos presidenciales y figuras políticas que lo requieran. Desde la institución respondieron que “Carabineros de Chile cumple una misión constitucional de velar por la seguridad de los candidatos presidenciales y diversos personeros públicos, tanto por su perfil de riesgo o por orden judicial. Esta labor se desarrolla bajo estrictos protocolos operativos y, por razones estratégicas y de seguridad, no comentamos públicamente los detalles”.

Si bien hay claridad sobre las características que deben cumplir los funcionarios para ingresar al PPI, no es posible establecer si las máximas autoridades de Carabineros evalúan estos nombramientos con la rigurosidad exigida o si, eventualmente, inciden otros factores en la asignación.

La relación escolta-político

El Desconcierto consultó a cinco ex candidatos y figuras que trabajaron en altos cargos políticos —tanto de izquierda como de derecha— sobre su relación con escoltas. Todas las fuentes comentaron que la designación del escolta pasaba directamente por Carabineros y que ellos no tenían ninguna injerencia en ese proceso.

Asimismo, señalaron que, en todos los casos, los funcionarios son personas altamente capacitadas y profesionales. “Los funcionarios dispuestos por la institución son de alto perfil y muestran amplio conocimiento de la realidad del país”, afirma uno de los entrevistados.

Si bien el funcionario asignado depende netamente de Carabineros, algunos de los personeros precisan que existe la flexibilidad de cambiarlo en caso de algún inconveniente. “Hay que pensar que son personas de suma confianza: están muy cerca tuyo, están presentes en conversaciones e, incluso, conocen a tu familia”, relata una de las consultadas.

Por esta misma razón, en muchos casos las escoltas prestan servicios a políticos de un determinado sector por años. De hecho, según una de las fuentes, en el eventual caso de querer cambiar a un escolta, su reemplazo figura dentro de un reducido “pool” de funcionarios.

Bajo esta lógica, en caso de que el próximo domingo Kast resulte electo, su seguridad durante los cuatro años de gobierno quedaría a cargo del capitán Jorge Gastó. Un cargo que cobraría aún más importancia en un contexto político de combate el narcotráfico y crimen organizado, y los consiguientes riesgos a la seguridad del Presidente de la República.

Este medio se puso en contacto con el Partido Republicano para consultar si tenían conocimiento del historial del uniformado, pero hasta el cierre de este artículo no hubo respuesta.

Fuerzas Armadas y el Partido Republicano

La seguridad que rodea hoy a José Antonio Kast se articula en torno a figuras con trayectoria en Carabineros. Mientras el capitán Jorge Gastó cumple funciones como escolta directo del candidato, en el entorno del comando figura el ex general Enrique Bassaletti.

Entre 2018 y 2021, Bassaletti, se desempeñó como jefe de Carabineros de la zona oriente, cargo en el que tuvo a su cargo la administración del orden público. Su salida de la institución se produjo luego de cuestionamientos a su rol en el contexto del Estallido Social.

Posteriormente, fue contratado como director de seguridad pública en la Municipalidad de La Reina, hasta 2024, cuando dio el salto al mundo político. Ese año se presentó como candidato del Partido Republicano a la alcaldía de Maipú, donde no logró ser electo.

Durante 2025 también conformó parte del comando de Kast en materia de seguridad. De manera paralela, para los pasados comicios parlamentarios fue candidato a diputado por el distrito 8 —integrado por Maipú—, donde resultó electo para el nuevo Congreso que inicia en 2026.