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Le Bistrot Lastarria, comida francesa que valoriza a ese barrio
Imagen cedida

Le Bistrot Lastarria, comida francesa que valoriza a ese barrio

Por: Felipe Rodríguez Cadiz | 26.10.2025
Transformado hace pocos meses en un restaurante de gastronomía gala, su nueva apuesta muestra eficiencia, preocupación por los detalles y platos con carácter. Y con un detalle añadido no menor: precios razonables.

Ir un miércoles a la hora de almuerzo al barrio Lastarria exhibe una certeza grata. El sector se reconfiguró y aunque la cantidad de turistas y visitantes todavía no alcanza los números de la época pre estallido, hay evidencias que cada vez hay más presencia humana.

Así se percibe también en el renovado Le Bistrot Lastarria. Hasta hace unos meses llamado Le Bistrot Viet, la salida de la socia vietnamita del negocio obligó a una reestructuración que para el dueño -ahora- absoluto, Gaetan Eonet, fue una sensación de alegría y libertad: Su deseo de tener una carta de inspiración -casi totalmente- francesa se hizo realidad.

Lo más importante es que no existe una percepción de estar viviendo un periodo de transición. La calidad y los detalles de los platos están garantizados. El único cambio visible son los arreglos que se están haciendo en un sector de la terraza, para sacar mejor provecho a las tardes noches de verano. Eonet es un hombre presente en su gestión. Se pasea por el restaurant, inspecciona en la cocina y da órdenes a su equipo. A veces, con un llamativo exceso de severidad. Para ser un día de mediados de semana, la concurrencia es óptima. Un 80% del restaurant está copado y cada vez que personas se retiran, otras llegan en su reemplazo.

Para partir, un pisco sour frío y perfecto llega poco después de unos panes junto a mantequilla y paté -hecho en casa, obviamente-. Los garzones recomiendan platos y los explican, pero con una particularidad. Parecen recitarlos de memoria más que comprenderlos. Entre las especialidades, el Pulpo Facon Bistrot, es un pequeño lujo de combinaciones. Unos tentáculos muy blandos del molusco unidos a champiñones y tocino crocante cubiertos de crema ligera. Un plato sabrosísimo. La intención para el fondo era ir por un Conejo en salsa de mostaza, pero lamentablemente no estaba disponible. Para otra vez será.

Así que fuimos por una de las opciones más profundamente francesas: el pato confitado casero. La elección fue precisa. La cocción lenta del pato en su propia grasa logra que la carne permanezca muy jugosa y suave, mientras la corteza del animal queda crujiente. Es un plato para ir a ojos cerrados.

En el postre, un crepe llamado L ile De Brehat, recomendado por el garzón, fue estupendo. Bajo una masa delgada y suavemente humedecida, una manzana caramelizada, helado de vainilla y caramelo de mantequilla salada. Sobre la masa, almendras laminadas y crema chantilly. Un cierre fresco, dulzón y que está hecho para compartir. Aunque, en mi opinión, la crema chantilly estaba de más.

Le Bistrot Lastarria es una experiencia gastronómica gratísima, una de las mejores del barrio y que, además, cuenta con una carta de precios sensata, que no cae en exabruptos monetarios. Una constatación que la buena comida no tiene por qué ser carísima y solo para un grupo de privilegiados.

Padre Luis de Valdivia 327, Segundo Piso. Barrio Lastarria. @lebistrotlastarria