
El oscuro historial de abusos en la Escuela de Formación de Carabineros: funcionarios acusados fueron reubicados y siguen activos
Fue en junio de este año cuando la excarabinera, Nicole Valerio, se quitó la vida tras una serie de abusos sufridos en la institución a la que perteneció por nueve años.
Según el testimonio de su padre, los hechos abusivos comenzaron en 2022, luego de que Valerio fuera trasladada a la Escuela de Formación de Carabineros (ESFOCAR). Allí, la mujer denunció haber sufrido acoso sexual por parte de un funcionario, pero sus superiores "hicieron oídos sordos" y no la apoyaron.
El punto más grave ocurrió en una celebración, donde otro funcionario la habría violado en el cuartel de Carabineros. Valerio grabó y fotografió al presunto agresor, presentando las pruebas a Fiscalía. Pese a la detención, el agresor fue liberado, pasando de arresto domiciliario total a nocturno y, finalmente, a libertad.
La inacción y la falta de resolución efectiva de Carabineros ante sus denuncias provocaron que Valerio sufriera depresión y trastornos alimenticios, lo que desencadenó su posterior suicidio.
Los otros casos de abusos que remecen a la Escuela de Formación
Tras una investigación realizada por El Desconcierto, se pudo constatar que el testimonio de Nicole Valerio no es el único relacionado con casos de abuso ocurrido en la Escuela de Formación de Carabineros.
El día 7 de mayo una estudiante de iniciales M.E. denunció haber sido víctima de abuso sexual en 2024 por parte del oficial Francisco Albanes Donoso.
Durante la investigación se pudo constatar que el el 28 de abril de 2024 Albanes habría escrito a la alumna por una aplicación de mensajería para coordinar una fiscalización nocturna en los pabellones femeninos. Tras la diligencia le pidió acompañarlo a su oficina, donde habría cerrado la puerta, para luego intentar besarla y tocar sus pechos sin consentimiento.
El caso fue informado al fiscal militar capitán Alfredo Villagrán Godoy, quien instruyó tomar declaraciones y abrir una investigación de 30 días. Todas las diligencias fueron remitidas a la Primera Fiscalía Militar.
Al momento de la denuncia, Albanes se encontraba con licencia médica y debía reincorporarse el 13 de mayo; sin embargo, eso nunca ocurrió ya que el oficial fue removido de la ESFOCAR. Fuentes internas aseguran que no sería la primera vez que incurre en este tipo de conductas.
Desde Carabineros informaron que “existe una investigación administrativa en curso y, de acuerdo al mérito de los antecedentes, se aplicarán las medidas disciplinarias correspondientes. Paralelamente, se dio cuenta de la denuncia a la fiscalía, la que incorporará la arista penal”. Agregaron que el uniformado sigue activo, pero no precisaron en qué unidad se desempeña actualmente.
En marzo de este año, otro caso de presunto abuso sexual remeció las dependencias de la ESFOCAR. El suboficial Alex Quintana García fue acusado por una subalterna de iniciales F.M. por hechos similares, según antecedentes a los que El Desconcierto tuvo acceso.
La denuncia no generó una mayor reacción por parte de la directora de la ESFOCAR, la Coronel Pamela Carvallo Quero; de hecho, la remoción del acusado —quien se desempeñaba como conductor del recinto— solo se concretó tras su reincidencia. Según fuentes internas, actualmente estaría destinado a una comisaría en Quilicura.

Beneficios a cambio de una relación sentimental
El 23 de agosto se dio a conocer otra situación que decantó en una investigación al interior de la ESFOCAR. Una publicación anónima desde el Facebook de la página “EsdeCapa” acusaba a la directora Carvallo de ocultar los acosos sexuales, denuncias y “los abusos de los jefes con las alumnas y las regalías que dan a algunas por salir con ellos”.
“Ya todos en la ESFOCAR saben, pero cuando se les acusa, la directora manda a decir con los jefes que no denuncien y les tapa. Ahora dos comandantes de escuadrones, el capitán Joaquín Muñoz y el capitán Patricio Riffo, dan privilegios y otras regalías a las alumnas que aceptan salir con ellos”, se lee en la publicación.

Lo descrito por la página no está lejos de la realidad. De hecho, en la investigación realizada desde la propia ESFOCAR se confirma que los capitanes Muñoz y Riffo habrían mantenido una “relación sentimental” con carabineras alumnas.
La indagatoria establece que el hecho significa una infracción al principio de subordinación y jerarquía en el ámbito educativo de formación inicial. Además, la institución se percató que efectivamente existía una relación de autoridad directa entre los capitanes y las alumnas.
Desde Carabineros informaron que ambos funcionarios fueron objeto de una investigación que derivó en su retiro del plantel educativo. Sobre la situación de las alumnas, señalaron que “no nos podemos referir al tema”.
Sin embargo, confirmaron que tanto Muñoz como Riffo siguen activos en la institución, mientras se desarrolla el proceso investigativo. Aunque no se precisó en qué unidades trabajan, esta redacción pudo comprobar que actualmente prestan servicios en comisarías de Santiago.
La misma fuente al interior de la ESFOCAR explicó que para este tipo de casos se levantan investigaciones administrativas, pero “nunca en la historia han terminado por establecerse responsabilidades. Establecer un acoso sexual o laboral es muy complicado”.
Obligadas a desvestirse frente a sus superiores
En mayo de este año, el medio Interferencia reveló denuncias de estudiantes que aseguraron haber sido obligadas a cambiarse de ropa frente a sus instructores.
El grupo de uniformados estaba dirigido por el teniente coronel Ángel Lorca Parada. Según la denuncia difundida en redes sociales, los hechos ocurrieron durante horario de clases, mientras las jóvenes se encontraban en los dormitorios. En ese contexto, “entraron los instructores masculinos a la dependencia sin respetar nuestra intimidad, nosotras completamente desnudas”, relataron.
La publicación agrega: “Mi comandante Lorca presenció todo, era quien tenía más poder y tampoco hizo nada. Dejó que esto ocurriera, porque él nos mandó a cambiarnos de ropa varias veces". La intención, según denunciaron, era poder verlas desnudas.
Además, varias alumnas denunciaron además que los instructores las amenazaron con ‘hacerlas cagar cuando salieran’ si hablaban o hacían público lo sucedido. Las críticas también apuntaron a la coronel Carvallo, a quien acusaron de encubrir “lo que está ocurriendo en cuanto a los casos de acoso sexual en la escuela”.
Interferencia confirmó que, paralelamente a la publicación en redes sociales, se tramitaba una denuncia en la Primera Fiscalía Militar de Santiago, donde se relataban hechos similares ocurridos el pasado 5 de mayo.
El Desconcierto tuvo acceso al detalle del caso y los hechos investigados, y se pudo conocer que el teniente coronel Ángel Lorca Parada fue removido a la Escuela de Especialidades donde, hasta hoy, sigue desempeñándose como instructor de alumnos.
Una fuente del área de Educación de Carabineros comentó que, en 2024, Lorca enfrentó otra acusación por acoso laboral, interpuesta por una subalterna de iniciales F.M., bajo el amparo de la Ley Karin. Sin embargo, según la misma persona, la directora de la escuela, coronel Pamela Carvallo no adoptó medidas de resguardo en favor de la denunciante pese a que la normativa lo exige. Esto permitió que Lorca continuara trabajando junto a la funcionaria hasta los hechos de mayo pasado.
Consultados por este medio, desde Carabineros respondieron que el uniformado fue “removido del cargo” y que “se remitieron todos los antecedentes a la justicia militar”.
De acuerdo con la misma fuente interna, la remoción de Lorca respondió más a una maniobra de protección que a una sanción efectiva: “Lo sacaron y lo protegieron, mandándolo a otra escuela porque sabe muchas cosas”, afirmó.
Así las cosas, ahora será la justicia militar la encargada de determinar el futuro de los oficiales acusados por abusos, mientras tanto, los involucrados siguen formando parte de la policía uniformada aunque en otros recintos. De ser condenados, la sentencia puede abarcar desde reclusión o prisión militar hasta inhabilitación absoluta para cargos públicos.