
La derecha ha mentido… siempre
El revuelo provocado por el destape del nombre de un conspicuo personaje, miembro del directorio de uno de los principales medios de comunicación del país, propiedad del grupo empresarial de la familia Luksic, ha sido importante, pero ya empieza a ser cubierto con el manto de impunidad que caracteriza a estos hechos.
Porque la mentira es un antivalor con una importante connotación negativa y todo aquel que la usa busca no ser asociada(o) a ese antivalor. No en vano la Biblia, en Juan 8:44, se refiere al Diablo como “el padre de la mentira,” un espíritu mentiroso o ser espiritual que promueve el engaño, la falsedad y desvía a las personas de la verdad.
Mas allá de la paradoja de que sea el ”canal del angelito” el que albergara a quien hacía de la mentira una forma de actuar en política, no debemos llevarnos a engaño. Desde hace mucho, la derecha chilena se ha acostumbrado a mentirnos (como sociedad) y lo ha hecho impunemente.
Lejanos nos parecen los días en que luego del golpe cívico-militar, Gonzalo Vial Correa, “prestigioso” abogado, historiador y asiduo columnista de El Mercurio y La Segunda editara “El Libro Blanco del cambio de Gobierno en Chile” donde se denunciaba la existencia del “Plan Zeta”, un supuesto plan del gobierno de Salvador Allende para llevar a cabo un autogolpe y asesinar a los altos mandos de las Fuerzas Armadas y sus familiares.
Federico Willoughby, primer secretario de la Junta Militar y quien lo presentara en 1973 en los medios, años después denunció que dicho plan era una falsedad y una operación de guerra sicológica.
El 24 de julio de 1975 el vespertino La Segunda, en un titular que ha pasado a ser parte de la historia infame del periodismo, escribió en su portada “Exterminados como Ratones”. El titular se enmarca en la llamada Operación Colombo o Caso de los 119: un montaje mediático de la dictadura para encubrir la situación de detenidos desaparecidos en Chile y que se venía desarrollando desde las primeras publicaciones sobre chilenos en Argentina que “supuestamente” volvían como guerrilleros.
En ese montaje aportaron diferentes medios chilenos como El Mercurio, La Segunda, Las Ultimas Noticias y La Tercera, quienes desde Junio y durante Julio de 1975 “aportaron” con artículos que hablaban y se referían a "dos mil marxistas reciben instrucción en Argentina".
Mas cercano a nuestros días, otros hechos le dan continuidad a las mentiras, manipulaciones y montajes que la derecha ha desarrollado a través de nuestra historia.
Fue el 31 de Marzo de 2022 cuando Bernardo Fontaine, en ese momento convencional independiente en cupo RN y hoy uno de los principales asesores en materias económicas del candidato presidencial José Antonio Kast, declaró en entrevista con Las Ultimas Noticias “Los Trabajadores ya no serán dueños de sus Fondos Previsionales”, título publicado en portada y grandes caracteres por dicho medio.
La verdad es que la idea de que los afiliados son dueños de los fondos supuestamente depositados en sus cuentas de capitalización individual es, jurídicamente, un gran mito. O una gran mentira, si se prefiere. Estos fondos de pensiones son, en términos técnicos, patrimonios de afectación. Un conjunto de bienes que se destinan a una finalidad determinada, en este caso, el pago de pensiones de vejez, invalidez y sobrevivencia.
Lo que es importante entender es que, en el caso del sistema de AFP, la plata que sale de la remuneración deja de ser del trabajador y pasa a ser parte integrante de un fondo previsional (que es como un pozo común) que se llama fondo de pensiones. Hecho el aporte previsional, el trabajador no puede reclamar el dinero mismo, sino que las pensiones que contempla el sistema. Eso es lo que está en la ley.
En las últimas semanas la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, lanzó fuertes críticas contra sectores de derecha que respaldan al líder republicano y candidato presidencial José Antonio Kast, acusándolos de editar sus declaraciones para hacerla parecer indecisa o incluso sugerir que padece “Alzheimer”.
La denuncia de la abandera ocurrió durante una entrevista con T13 Radio y en los días siguientes, la abanderada informó de la presentación de una querella en busca de los responsables de estas aseveraciones injuriosas e inexactas. A reglón seguido, tanto la candidata como el comando y los partidos que la respaldan, por alguna extraña razón que no han explicado, dieron pie atrás con esta querella y le bajaron el perfil a la situación.
El destape del nombre del ejecutivo del canal del angelito, Patricio Góngora, alias Patito Verde, ha traído el caso nuevamente a la palestra, pero, por alguna razón, no hay asomo por parte de la candidata, o de su entorno, de alguna querella en contra del quienes resulten responsables de los injuriosos hechos que ella misma denunció.
En fin, el objetivo de fondo de estas mentiras es ocultar los verdaderos intereses de quienes las esgrimen. La tarea no es convencer, la estrategia es sembrar la duda, introducir la sospecha, ocultar la realidad.
Interpretar los hechos y los datos de la realidad con cierto sesgo, y argumentar de manera tendenciosa, son herramientas “habituales” de algunos medios que, sin embargo, es preciso no trivializar, siendo necesario mantenerlas y contenerlas dentro de los límites de la ética elemental, como una mínima exigencia que le debemos hacer a los inflexibles y vociferantes defensores de la “libertad de expresión”.
La libertad de expresión es parte primordial de los derechos fundamentales en una democracia y hay que defenderla siempre. Pero esa misma libertad de expresión nos habilita y permite señalar y denunciar el uso reprochable, tendencioso y en algunos casos, francamente subversivo, de la mentira como arma política.