
Familia Di Girolamo acusa “graves y violentas ofensas" tras sobreseimiento de Cristián Campos
Mediante un comunicado, la familia de Raffaella Di Girolamo se expresó tras conocerse que el Trigésimo Cuarto Juzgado del Crimen dictó el sobreseimiento por prescripción en la causa por abuso sexual contra el actor Cristián Campos.
Recordar que, en marzo de 2024, la hija de la actriz Claudia Di Girolamo, de profesión psicóloga, interpuso una denuncia por abuso sexual en contra del actor, desatándose un gran caso judicial.
Pese a ser sobreseído, la justicia acreditó tres hechos de vulneración sexual cometidos en contra de la denunciante, pero el paso de los años hizo que lamentablemente prescribieran.
Estos episodios ocurrieron entre los años 1989 y 1995, cuando la denunciante era menor de edad y su madre, la actriz Claudia Di Girolamo, mantenía una relación con Cristián. En concreto, cuando Raffaella tenía 11 años (1989); otros cuando tenía entre 13 y 14 años (1991-1992); y el último cuando tenía 17 años (1995).
“Absoluta disconformidad”
En el texto publicado en el Instagram de la Fundación para la confianza, aseguran que "nos encontramos tranquilos y manifestamos nuestra total y absoluta disconformidad con la misma".
"Estamos seguros que no existe ninguna prueba presentada por la querellante y su abogado, señor Hermosilla, que deje siquiera una duda respecto de mi inocencia”, añade el texto.
Esto, porque “toda vez que todos y cada uno de los testigos que declararon a favor de la denunciante lo hicieron única y exclusivamente respecto de hechos de los cuales se informaron recién al momento de leer la querella”.
“Nos preguntamos: ¿Qué pasaría si visibilizáramos la tragedia del abuso en todo el país? ¿Qué pasaría si llenáramos las calles y plazas de cada ciudad de nuestro territorio con personas abusadas? Con mujeres, hombres, niños, niñas y diversidad de género que han sido o son violentados y violentadas por la marca de la perversidad. ¿Cuántas, cuántos serían? ¿Quiénes las escucharían? ¿Cuál sería su grito? Pensamos que quizá eso es lo que hace falta para que nuestro sistema político-social, cada vez más desvinculado de lo humanamente pendiente, despierte y se ponga en acción”, continúa.
Para cerrar, escribieron que “se requiere fuerza, unión familiar y compañerismo porque la tarea es larga y difícil; pero si realmente queremos cambiar culturalmente nuestro país, la primera tarea es confrontar y sanar todas las heridas frente a la ley. Esa es la manera de construir nuevas generaciones limpias de la violencia y la huella imborrable que producen los múltiples delitos de abuso”.