La participación de Elon Musk en el gobierno del republicano Donald Trump no le está saliendo gratis y es que una serie de manifestaciones que buscan que el magnate renuncie al gobierno han afectado a sus principales empresas.

Musk ejerce un importante cargo inventado en el gobierno de Estados Unidos, pues Donald Trump lo nombró líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), organismo que busca maximizar la eficiencia y la productividad del gobierno.

Para cumplir este objetivo una de sus principales políticas implementadas ha sido despedir de forma masiva a trabajadores federales para recortar el gasto público.

Además, sus últimas declaraciones y apariciones públicas han causado la molestia de quienes utilizan su red social X y de quienes han comprado alguno de sus vehículos eléctricos de la marca Tesla.

La caída de X

Fue el grupo pro-Palestino Dark Storm Team quien se adjudicó la caída que sufrió la plataforma X por denegación de servicio (DDoS) el lunes pasado y que afectó a diversos países como Estados Unidos, Reino Unido o España.

Inicialmente Elon Musk insistía en que el ciberataque había sido ejecutado mediante direcciones IP ucranianas, según declaró para Fox Business Network.

Sin embargo, expertos en ciberseguridad descartaron la tesis de Musk asegurando que no existe evidencia suficiente para adjudicar el ataque a Ucrania.

Por el contrario, sostienen que la caída de X fue perpetrada por un grupo organizado de computadoras o botnet distribuidos en todo el mundo.

A su vez, el modo de operación ejecutado dificulta determinar desde que lugares se realizaba el ciberataque.

Sumado a que la plataforma X no se encontraba correctamente protegida con CloudFlare exponiéndose con mayor facilidad a ataques de ese tipo, señalaron los expertos.

Boicot a Tesla

Debido a la implementación de sus políticas en el gobierno estadounidense, manifestantes han optado por boicotear la empresa de autos eléctricos de alta gama de Elon Musk, Tesla. De esta forma, nace el movimiento "Tesla Takedown”, lo que se traduce al español como "Derribar a Tesla".

¿La misión? Ejercer presiones sobre la compañía con el objetivo de afectarla económicamente y así Elon Musk reflexione en torno a su renuncie en el gobierno.

Durante el último tiempo, la empresa ha sufrido caídas significativas en su bolsa que datan desde del 2024 cuando Musk donó dinero a la campaña presidencial de Trump. En ese año, solo en EEUU se registró una disminución del 12% de las transacciones.

Ya al asumir el DOGE, se ha reportado una caída en las ventas de sus vehículos eléctricos en Europa, siendo Alemania el que lidera la lista con un 76% menos en compras. Le sigue Francia registrando una baja del 63% en ventas y España con un 45%.

Rayados de autos Tesla

Para ejecutar el boicot uno de los principales llamados de los manifestantes es a intervenir en los showrooms -cerca de 50 desde febrero- de la marca Tesla en Estados Unidos, exigiendo la renuncia de Musk al DOGE.

Para llevar a cabo esta misión las redes digitales han sido un elemento clave al permitir a los manifestantes organizar su cometido. En concreto, han utilizado la plataforma Bluesky, considerada la competencia de X (antes Twitter).

A partir de febrero, se han reportado actos de vandalismo, daños a los recintos donde se comercializan los autos Tesla, rayados en sus vehículos, entre otras acciones.

Incluso se ha registrado la quema de autos como ocurrió a principios de marzo cuando un grupo anarquista se adjudicó un siniestro en un concesionario cerca de Toulouse, en Francia, que consumió dos de estos vehículos.

"Mientras las élites multiplican los saludos nazis, decidimos saludar a nuestra manera a un concesionario Tesla", se lee en el mensaje escrito por los autores.

"El antifascismo combativo que no cree en el mito de la democracia y la ecología radical que no cree en las soluciones tecnológicas", sostiene.

La situación ha generado temor en personas que cuentan con autos de la marca, por lo que algunos de ellos han optado por "reconvertirlos" en vehículos de otras compañías como Honda, Audi o Mazda.

Las celebridades también se han sumado al movimiento: por ejemplo, la actriz y cantante Sheryl Crow vendió su auto y donó las ganancias a la Radio Nacional Pública de Estados Unidos (NPR). Lo mismo hizo la actriz Cassandra Peterson.

Trump compra auto Tesla

Trump expresó el martes su apoyo a Elon Musk y Tesla tras enfrentar la compañía dificultades en el mercado bursátil originado por el "boicot" planeado por la "izquierda radical", aseguró.

En una publicación en su red social Truth Social, el mandatario ultraderechista condenó los ataques contra Musk, afirmando que el empresario está "arriesgando todo" por ayudar al país.

"Elon Musk está arriesgándolo todo para ayudar a nuestra nación y está haciendo un TRABAJO FANTÁSTICO. Pero los lunáticos de la izquierda radical, como suelen hacer, están intentando ilegalmente y coordinadamente boicotear Tesla, uno de los grandes fabricantes de vehículos y el 'bebé' de Elon", publicó.

De esta forma, los jardines de la Casa Blanca se transformaron este miércoles en la pasarela de coches de la marca de autos de Musk.

El mandatario decidió comprar el modelo S de la gama de vehículos a un precio superior a los 79.900 dólares, "sin descuentos". Posteriormente, le hizo publicidad a cada automóvil mencionado el valor de cada uno de estos.

Aunque ha manifestado en varias ocasiones que no es fanático de los autos eléctricos, Trump comparó los ataques a Musk con los que él mismo sufrió durante su campaña presidencial de 2024, sugiriendo que ambos enfrentan una oposición similar por sus posturas y proyectos.