En Chile, el fraude de paternidad sigue siendo un tema invisibilizado pese a su impacto creciente. Una investigación audiovisual de El Desconcierto revela esta realidad donde hombres son engañados respecto a su paternidad biológica, dejándolos con escasas herramientas legales y profundas secuelas psicológicas.

El reportaje muestra testimonios de quienes atraviesan procesos emocionales comparables al duelo, mientras especialistas advierten sobre las graves consecuencias para los menores que ven trastocada su identidad familiar.

El aumento del fraude de paternidad en Chile

En términos legales, el fraude de paternidad se define como un acto donde "dolosamente se induce al otro a cometer un error" respecto a la creencia de ser el padre biológico de un niño, según explican expertos consultados. Esta situación, escasamente abordada en medios de comunicación, ha experimentado un crecimiento alarmante en el país.

Según datos de la agrupación Hombres Maltratados Chile, el 40% de los casos que reciben se relacionan con la búsqueda de la verdad biológica respecto a la paternidad, con un aumento del 194% en años recientes. "Es un acto de súper mala fe, porque tú sabes que en tribunales después los vas a tener obligados perpetuos", señala Claudia, representante de la organización.

Sin embargo, las opciones legales para quienes descubren no ser padres biológicos son limitadas. La legislación chilena establece que "solamente tienes un año desde que efectúas el reconocimiento para poder alegar que hubo algún vicio de la voluntad como el error", lo que deja en desamparo jurídico a muchos afectados.

Impacto en la salud mental y el desarrollo infantil

Por otra parte, el impacto emocional de estos casos trasciende a los adultos implicados y afecta profundamente a los menores. Desde la Fundación Crianza Compartida advierten que esta situación vulnera directamente los derechos fundamentales de los niños.

"Todo niño, niña o adolescente tiene derecho a tener identidad y estar inserto en una familia. Se trastoca su vida íntima, su vida personal con los pares y también la familia porque se ve destruida", explican desde la fundación.

En este sentido, los testimonios recopilados revelan el profundo daño psicológico que sufren los hombres afectados. "Es un proceso de luto bien fuerte. Saber que la hija que tuviste durante tres años no es tu hija es lo más cercano a que se te muera una hija", relata uno de los afectados, quien requiere tratamiento psicológico y medicación para sobrellevar la situación.

El vacío legal y las propuestas de solución

La abogada Carmen Gloria Arroyo, reconocida figura de televisión y referente en temas de familia, considera que existe una "injusticia tremenda" en estos casos. "Nos ha tocado emocionarnos con situaciones donde papás han descubierto que hijos que ya son grandes y que ellos siempre creyeron que eran sus hijos biológicos no lo son", comenta.

Además, señala la paradoja que afecta a muchos hombres: "Hay madres que a veces apartan a este hijo del padre produciendo un desarraigo importante. No quieren que los vean porque alegan que no son los padres biológicos, pero por otro lado los persiguen por la pensión de alimentos".

No obstante, especialistas destacan que el principio del interés superior del niño debe guiar cualquier solución. "Los niños tienen derecho a saber quiénes son sus padres, quiénes son sus progenitores, y las madres no pueden vulnerar eso por un capricho económico", concluye Arroyo, enfatizando la necesidad de reformas legales que permitan soluciones más justas para todas las partes involucradas.