Tras la aprobación de la reforma de pensiones este miércoles 29 de enero, el historiador Cristián Pérez, investigador del Observatorio de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), analiza en diálogo con El Desconcierto las implicaciones de este logro para la administración del Presidente Gabriel Boric, quien en marzo inicia su último año de gobierno.

¿De qué envergadura es la reforma que se aprobó esta semana? “Una cuestión bien central, es que es una reforma importante por dos razones. Una práctica, es que a las personas más humildes, y a las mujeres especialmente, le van a subir las pensiones un poco, un poquito. Pero se las va a subir”, recalca.

“Les va a mejorar la calidad de vida en un pequeño porcentaje”, resume antes de apuntar a otro ámbito.

De hecho, en términos políticos, asegura, “es una reforma que tiene más peso, porque demuestra varias cuestiones que son centrales”.

A lo que se suma que “aún en un escenario desfavorable, donde la mayoría política y social del pueblo se trasladó hacia la derecha después de que se rechazara el proyecto constitucional de la izquierda, en esas condiciones de un fuerte” impacto en sus ideas, complementa, lo “que golpea muy duro al gobierno”, este se repone y logra, hábilmente, sacar un proyecto de reforma”.

Es “un gol” del gobierno

Que evidentemente, dice Pérez, “no es lo que el gobierno pensó, no es lo ideal desde la centroizquierda, porque no termina con las AFP como era el objetivo central y prioritario, pero, es una buena reforma para el gobierno, es un gol”.

Y también, comenta, “porque Chile, es un país reformista, no es un país con vocación revolucionaria”.

Porque, argumenta, “los proyectos que han ido mejorando el país, desarrollando el país, son los reformistas”.

“Primero fue Arturo Alessandri, entre el 20’ y el 25’, cuando hace las primeras reformas en pro de los trabajadores, luego Pedro Aguirre Cerda, y los gobiernos radicales que avanzan en ese sentido en la protección, en el apoyo a los sindicatos, en mejorar las condiciones de vida de las personas”, recuerda el historiador.

Y luego, por ejemplo, se hizo, “la reforma agraria de Eduardo Frei Montalva, que continuó Salvador Allende”, dice.

Haber ido por el "todo o nada", era suicida

Siguiendo con su análisis, Pérez recalca que la reforma de pensiones, en este sentido, “es el primer pie para en los próximos años”, en el Congreso que viene, o en el próximo, y si las fuerzas de izquierda y centroizquierda logran tener una mayoría política y social, y una mayoría política que se manifieste en el Congreso, se pueda “avanzar en limitar mucho más a las AFP, o derechamente en terminarlas”.

Y hay una tercera cuestión, que demuestra mucho lo que es la historia de Chile, la historia de América Latina, y la historia de la izquierda, sostiene introduciendo un nuevo elemento de análisis.

“Pepe Mujica, dice que cuando la izquierda se juega 'a todo o nada', siempre es nada, siempre es cero”, comenta.

Entonces, complementa, “en este caso se demuestra la habilidad del gobierno, y principalmente de los ministros Mario Marcel (Economía) y Jeannette Jara (Trabajo), que no se juegan una reforma al todo o nada. Porque si hubiera sido todo o nada, hubiera sido nada, sin duda”.

“Porque la derecha se hubiera opuesto, toda la derecha, y no hubiera pasado nada. Entonces, como se hace una reformita, un pequeño avance, lo logran sacar”, concluye.

Hay un “desde” del cual avanzar

Y en opinión de Pérez, este “es un primer paso, un primer peldaño para, en el futuro, si tienen mayorías políticas y sociales que se reflejen en el Parlamento, puedan avanzar”. Y ahí, recalca, se puede ir por “mucho más”.

Y otra cuestión, releva, “es que esta reforma, mete un gol en otro sentido, deja muy herida y dividida a la derecha”.

Contexto en el que “la derecha que aprueba”, la de Chile Vamos (RN, Evópoli y la UDI), muestra una altura de miras mucho mayor, mucho más grande respecto de la derecha republicana de José Antonio Kast y la de Johannes Kaiser, “que se niegan”, dice nuestro entrevistado.

“Y eso los divide profundamente, los deja heridos, porque en el fondo, afecta las estrategias políticas del futuro”, plantea.

Porque, finalmente, destaca, “queda súper claro que Kaiser y Kast no quieren ni plantean ningún avance en pro de las mayorías, eso puede pesar en el futuro próximo, en las próximas elecciones probablemente”.

Administración Boric se reperfila

- ¿El gobierno se reperfila ahora con esta reforma, materializada además en un año electoral?, ¿cuánto peso tiene esta ley pensando que a fin de año tenemos elecciones presidenciales y parlamentarias?

Sí, mi percepción es que esto le hace muy bien al gobierno, porque le da un impulso, lo hace ver como una administración con altura de miras, con capacidad de negociar, de sacar iniciativas políticas que no solo son políticas, son importantes para la sociedad, especialmente para la gente más humilde. Y eso, es un plus.

Cuando se promulgue la reforma, el gobierno va a tener algo que mostrar, y no va a ser cualquier cosa, va a ser una reforma importante que se discutió durante, creo, 10 años. Y este gobierno, esta administración es la que la logra sacar, la que logra alinear a las fuerzas políticas.

Primero las fuerzas sociales, y luego las fuerzas políticas en el Parlamento. Eso también va a hacer que se pueda centrar en los otros problemas importantes que el país, como son la delincuencia, y la inmigración, el empleo, entre otros

Es un nuevo empezar, es un nuevo comienzo. El gobierno lo que va a hacer en marzo, creo, es despejar la reforma previsional. Y puede centrarse en otros aspectos importantes para la población.

Hay ya un tema despejado, y un tema importante donde se anotan una victoria, porque se le ha criticado que durante tres años no ha hecho nada. Ahora, en forma inesperada, este gobierno consigue lo que otros no consiguieron, hacer una reforma bien importante al sistema de seguridad social.

- Pensando en los otros avances que ha logrado el gobierno, como la ley de 40 horas laborales a la semana, ¿este sería el legado del gobierno de Boric?

Por ahora sí, pero por ahora. Todavía falta un año, no es mucho tiempo, pero pueden pasar cosas también.

Pueden mejorar los índices contra la delincuencia, se puede hacer más efectiva la política de seguridad, y en una de esas, quizás logre también que un candidato de la centroizquierda gane en las próximas presidenciales...