Una familia de Iquique enfrentó una tragedia cuando su hijo falleció tras recibir una atención médica que, según el tribunal, fue negligente.

Según se puede apreciar en el fallo judicial, el niño llegó a la Clínica Tarapacá con síntomas que requerían un diagnóstico detallado y atención especializada, pero los médicos no realizaron las evaluaciones necesarias ni trataron el caso con la urgencia que correspondía.

Además, lo hospitalizaron en un centro que no tenía especialistas ni monitoreo constante, lo que terminó agravando su estado hasta provocar su muerte.

La familia del menor demandó a la clínica, señalando que la negligencia de los médicos les causó un profundo dolor emocional.

En especial, la madre sufrió una fuerte depresión y ansiedad debido a la pérdida de su hijo, según lo confirmó un informe psicológico presentado durante el juicio.

El Tercer Juzgado de Letras de Iquique falló a favor de la familia y ordenó a la Clínica Tarapacá pagar $1.050.000.000 como indemnización por daño moral.

De esta suma, $350.000.000 fueron destinados a la madre, mientras que los otros $700.000.000 se asignaron al padre, los abuelos y los hermanos del menor, quienes también fueron reconocidos como afectados por esta pérdida.

En el fallo, el juez explicó que, aunque los médicos no pueden garantizar la recuperación de un paciente en todos los casos, sí tienen la obligación de actuar con diligencia, urgencia y siguiendo los estándares de la medicina.

En este caso, se determinó que esa obligación no se cumplió, lo que tuvo consecuencias irreparables.