Fraude de paternidad: ¿Quién reconoce el daño?
El fraude de paternidad ocurre cuando un hombre es inducido, por error o mediante engaño, a creer que es el padre biológico de un menor sin serlo realmente. Las consecuencias trascienden lo jurídico, afectando tanto las responsabilidades legales como los vínculos emocionales y familiares. Poco visibilizado, es un fenómeno que deja profundas cicatrices en adultos y niños.
"Me obligaron a criar a una niña que no era mía"
Daniel D. es un hombre afectado por el fraude de paternidad. En 2020, después de retomar contacto de manera esporádica con Mariela* -una ex pareja-, esta le comunica que está embarazada y que él es el padre. Aunque dudó de su capacidad para asumir esa responsabilidad debido a su situación laboral y familiar, decidió responder.
En 2021 la invitó a vivir en su casa, pero la convivencia fue conflictiva desde el principio, señala.
Tras el nacimiento de Ayelén* en julio de 2021, la situación se volvió insostenible y le pidió a Mariela que se fuera. Tras la separación, enfrentó nuevos desafíos: “Mariela utilizaba a la niña como herramienta de chantaje, me amenazó con funas y me difamó en el jardín infantil. Me exigía dinero y favores constantes, si no, no podía ver a mi hija”.
En septiembre del 2024, decidió realizar una prueba de ADN. El resultado fue contundente: no era el padre biológico de Ayelén.
"Sentí que me habían robado tres años de mi vida”. “Mi familia entera quedó devastada”.
El descubrimiento afectó profundamente su salud mental, actualmente está en tratamiento psicológico para manejar la ansiedad y la depresión y, aunque el vínculo legal con la niña persiste, no ha podido volver a verla. Mariela se negó a reclamar la filiación verdadera de la menor y planteó suspender definitivamente la relación entre él y la niña, sin renunciar a la pensión alimenticia.
Hoy, Daniel lucha por reconstruir su vida tras esta experiencia que lo ha marcado profundamente en muchos aspectos.
Consecuencias emocionales y legales
El fraude de paternidad tiene consecuencias devastadoras emocionales y económicas para los hombres que lo enfrentan. Claudia Casanga, abogada y fundadora del Centro de Defensa y Justicia para Hombres, “Hombres Maltratados Chile”, menciona que ha visto casos realmente desoladores de hombres cuyas confianzas han sido absolutamente vulneradas, acompañadas de serios apremios económicos.
“Muchos hombres enfrentan deudas por pensiones alimenticias, aún cuando hay pruebas que confirman que ellos no son los verdaderos padres”. Casanga destaca un dato alarmante: el 22% de los exámenes realizados en causas de investigación de paternidad resultan negativos.
“Es la única forma de obtener certeza absoluta, y estos casos son más comunes de lo que se cree”, advierte.
Reconocimiento de paternidad: El desafío legal en Chile
La legislación chilena deja a los hombres en una posición frágil al momento de reconocer legalmente a un hijo. Según Karime Córdova, abogada penalista y de familia, el reconocimiento de paternidad es irrevocable, salvo que se impugne por vicios de voluntad, como el error, dentro de un plazo de un año.
Aunque, el verdadero padre biológico o el propio hijo (representado por la madre), pueden impugnar esa filiación en cualquier momento.
Si bien la ley prioriza el interés superior del niño, persisten vacíos legales y falta de información.
“Una medida tan simple como entregar orientación clara al momento del reconocimiento en el Registro Civil, podría prevenir muchas situaciones de fraude”, señala.
Muchos hombres descubren, fuera del plazo permitido, que no son los padres biológicos, enfrentando graves consecuencias emocionales y económicas.
La abogada propone tipificar penalmente el acto de atribuir una paternidad falsa de manera dolosa, lo que serviría como un mecanismo disuasivo. “La ausencia de un tipo penal específico perpetúa abusos y afecta la estabilidad de las familias involucradas”, enfatiza.
“La solución pasa por reformas legales que combinen protección infantil con justicia para los hombres afectados, además de un rol más activo del Estado en educar sobre las implicancias del reconocimiento voluntario, un acto que exige mayor transparencia y responsabilidad”, menciona.
La falta de información: Una vulneración de derechos
Natalia Guerrero, psicóloga, sexóloga clínica y magíster en Mediación Familiar, critica el rol del Estado en la difusión de información sobre filiación y paternidad.
Para Guerrero, esta falta de socialización vulnera derechos fundamentales.
“El derecho a decidir cuántos hijos tener, y cuándo tenerlos, es esencial. Sin embargo, en Chile, los hombres no cuentan con herramientas ni información para ejercerlo”, señala.
Guerrero menciona la ausencia de protocolos que permitan realizar pruebas de ADN al nacer, antes del reconocimiento legal, como un claro ejemplo de esta falencia.
Advierte que el fraude de paternidad no solo afecta a los hombres involucrados, sino también a sus familias y comunidades, creando dinámicas que dificultan la construcción de relaciones afectivas saludables.
“El daño no es solo económico; también se pierde autonomía, ya que las víctimas deben asumir responsabilidades que no eligieron. Obligar a alguien a asumir una paternidad basada en un vínculo inexistente es una forma de violencia invisible, pero profundamente dañina”, afirma.
Guerrero aboga por visibilizar estas problemáticas como un paso hacia una sociedad más justa. “Exigimos que las personas asuman las paternidades que les corresponden, pero debemos hablar también de los casos en que esas obligaciones se imponen de manera injusta. Este drama está oculto, y quienes lo padecen necesitan que como sociedad avancemos hacia mejores prácticas y mayor sensibilidad frente a estas realidades”, concluye.
*Nombres fueron cambiados para resguardar la identidad de las personas involucradas.