Considerando que en Chile nos encontramos en plena época de incendios forestales, dadas las variables que intervienen en su desarrollo, además del predominante factor humano y la alta intencionalidad que existen en estos eventos, contactamos a César Torrealba, académico de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello (UNAB), sede Viña del Mar, quien nos explica un poco a qué panorama nos estamos exponiendo en estos primeros meses del año que recién comienza.

“Si estamos en un verano complejo, la respuesta es afirmativa, ya que con las lluvias del pasado otoño- invierno, hay más pastos y hierbas secas, lo que sirve como mayor combustible en un eventual incendio”, recalca al ser consultado en relación al escenario que enfrentamos en nuestro país.

Paralelamente, el experto asegura que, a lo anterior, se suma que, como consecuencia del cambio climático en la zona central de Chile, “en este verano es altamente probable” que se generen “continuas olas de calor sobre lo normal”.

Respecto de las áreas que están bajo mayor riesgo de siniestros, Torrealba comenta que “las zonas más amenazadas por incendios forestales, son Chile central, entre la cuenca del río Aconcagua y la del BioBío, y la parte norte de la zona sur (Araucanía y Los Ríos)".

En específico, asegura, "por ser zonas susceptibles a olas de calor, tener 'combustible' de masas forestales disponibles, y una densidad de población circulando que, en su gran mayoría, inicia los incendios forestales”.

El riesgo aumentará

Y en cuanto a las causales, además de la intencionalidad, el académico asegura que “los factores que contribuyen al inicio y propagación del fuego son: altas temperaturas (en torno a 30 grados y más), baja humedad atmosférica (menor al 30% de humedad relativa), y vientos sobre los 30 kilómetros por hora, además de masa forestal potencialmente combustible”.

Dicho esto, el experto es categórico a la hora de asegurar que “todos estos factores combinados se presentan este verano en las zonas de Chile anteriormente citadas”.

Incluso, el experto comenta que, “a mediano plazo se proyecta que las condiciones climatológicas nombradas anteriormente, sigan incrementándose en frecuencia en estas zonas de Chile, por lo que el riesgo de incendios aumentará”.

Consultado en relación al despliegue de acciones para enfrentar esta contingencia estival, el docente destaca que “las autoridades nacionales y locales, por lo menos en el papel, están preocupadas por este riesgo".

Lo que las ha llevado a generar, complementa, "medidas de información a la población por los medios de comunicación, para evitar que las personas inicien los incendios de manera no intencional (basura, trabajos que pudieran generar chispas, apagar mal fogatas, etc.)”.

Información debe incrementarse

“Las anteriores conductas muchas veces la población las realiza, sin entender el riesgo de generación de incendios", destaca luego.

Tomando en cuenta esta significativa variable, el especialista asegura que, en consecuencia, "se deben incrementar las medidas de información preventivas a través de campañas de radio, televisión, redes sociales y programas de educación ambiental”.

Finalmente, el experto recalca que “en vacaciones se incrementa la circulación de personas por áreas forestales y rurales, por lo que la basura abandonada que puede hacer efecto lupa o hacer fogatas, aumenta”.

En consecuencia, dice Torrealba, además de generar campañas informativas para evitar estas conductas, es importante “generar conciencia de que ese tipo de comportamiento puede desencadenar un incendio forestal cuya propagación está altamente condicionada por la situación meteorológica y climatológica que vivimos en este verano”.