“Pesadilla que hace que me duela respirar”: La dramática frase de denunciante de Monsalve
La denunciante de Manuel Monsalve le reveló decidores datos a Ricardo Lillo, funcionario de la Subsecretaría del Interior y uno de los primeros en conocer los hechos ocurridos en septiembre.
Por estos, el expersonero de gobierno cumple prisión preventiva acusado de delitos de abuso sexual y violación, quedando aún pendiente las formalizaciones por ilícitos a la Ley de Seguridad del Estado y tráfico de influencias.
La joven le reveló al sujeto, que después dio su testimonio a la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) Metropolitana de la Policía de Investigaciones (PDI), iniciándose las pericias en contra de Monsalve.
A esta tuvo acceso La Tercera, diario que filtró las frases de la denunciante. “Comenzó a decirme que estaba mal, horrible. Que algo había ocurrido, que nadie nunca iba a poder saber y que no sabía qué hacer”, señaló.
“Comenzó a relatar un poco de forma bien inconexa. Logré captar que había salido con alguien y que mientras tomaba el tercer pisco sour no recordaba nada más hasta el día siguiente y a la mañana siguiente había despertado con esa persona al lado y que habría intentado tener relaciones con ella nuevamente”, añadió.
En ese sentido, Lillo revela que la mujer le reconoce que nunca quiso estar con Manuel Monsalve. “Fue muy explícita en decir que ella no se borraba con esa cantidad de alcohol, que ya había ido antes a tomar ahí, pero que esta vez, al tomar 2 copas y media no se acordaba de nada, que se había ido a negro; hasta la mañana siguiente”, señaló.
“Su poder pudo más que mis límites, Yo no consentí, jamás se me hubiese pasado por la cabeza. No intercambiamos mensajes constantemente y tampoco lo vi fuera de las dos veces. La primera me paralizó, la segunda me paralizó y fue la que me robó la vida”, dijo Lillo a la PDI sobre las frases de la denunciante.
Para cerrar, la mujer habría dicho que “no fue el tiempo ni la interacción, no había una construcción de algo, ni siquiera sutil que le diera certeza de que podía estar conmigo y terminó en esta pesadilla que hace que me duela respirar. Es una situación difícil, probablemente de las más dolorosas que he pasado, estoy a la espera de que se termine un día y pasar al otro intentando que la nebulosa de mi cabeza baje poco a poco”.