Entre todos los antecedentes que se manejan de la denuncia contra el ahora exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, varios son los antecedentes que han salido a la luz pública, siendo el tema de los traslados en taxi de él y quien lo acusa de violación, presunto delito al que se agregó el de eventual abuso sexual, uno de los que parece entregar otras aristas a la indagatoria.

Así al menos quedó establecido el viernes 15 de noviembre, cuando el fiscal Xavier Armendáriz, compartió el relato de los testimonios recogidos por la indagatoria que lidera respecto de las circunstancias en que se genera la grave acusación de los hechos que apuntan a lo sucedido durante la noche del 22 al 23 de septiembre del año en curso.

De hecho, Fiscalía apeló a los testimonios del taxista que llevó a Monsalve y la denunciante hasta el hotel Panamericano, al conserje de este, lugar donde ambos pasaron la noche, a una camarera del lugar que admitió haber encontrado manchas de sangre en la cama, y al gerente del recinto donde hasta entonces habitaba la autoridad de gobierno en Santiago, producto de su cargo en el Ministerio del Interior.

Según lo transparentado hace unos días por T13 Radio, el taxista aseguró en su declaración que él “manejaba su vehículo marca Toyota Yaris por la calle San Francisco hacia el sur, y pasaba a la Alameda cuando una mujer, acompañada por un tipo que llevaba un jockey color negro y ropa oscura, lo hizo parar”.

Paralelamente, este continuó con su relato asegurando que “se estacionó por el lado derecho de la calle San Francisco y ella cruzó la calle y, de manera inmediata, metió la mitad de su cuerpo por la ventana del piloto y lo intentó saludar con un beso en la boca, al mismo tiempo que le pidió ayuda, señalándole que no quería ir con el sujeto con el que estaba”.

Taxista: "Víctima" lo intentó besar en la boca

Específicamente, en la declaración textual de este episodio relatado por el taxista y publicada por Emol el 16 de noviembre, este detalla que "cuando ella me hace parar, yo me estacioné por el lado derecho de la pista y ella cruzó la calle y, de manera inmediata, mete la mitad de su cuerpo por mi ventana del piloto y me intenta dar un beso, como a saludar, y me pide ayuda, señalándome que no se quería ir con el sujeto con el que estaba”.

“Y en ese instante, ella intentó besarme en la boca, lo cual yo no acepté y le dije que, si necesitaba que la ayudara, se subiera al auto en el puesto del copiloto, por lo cual ella, ya estando con la mitad del cuerpo por mi ventana, yo la tuve que ayudar a sentarse e ingresé el resto de su cuerpo por mi ventana, eso fue muy rápido”.

Hago presente, agrega la declaración, “que mientras yo estaba intentando ayudarla a subirse, el sujeto con el que andaba ya se había subido al taxi por la puerta trasera, justo atrás de ella, a la altura del copiloto. El sujeto recuerdo que me solicitó que fuéramos hasta calle (domicilio de la mujer), no recuerdo el número específico, tampoco me señalaron algún departamento”.

“Seguidamente, tomé rumbo por calle San Francisco al sur, hasta Eleuterio Ramírez, hacia el poniente, y mientras íbamos en esa dirección yo escuchaba su conversación y, en varios pasajes, ambos se trataron casi como amigos y mientras pasaba el tiempo se trataban de amor, entendiendo yo, en ese momento, que era una pareja", se lee en la declaración del taxista ante la Fiscalía.

Este relato es parte de la investigación que este martes 19 continuó con el término de la formalización del acusado, que quedó sujeto a prisión preventiva por 120 días, régimen que está cumpliendo desde la últimas horas en la cárcel de Rancagua.