Con la palabra fracaso escrita en mayúsculas y con luces de neón a la vuelta de la esquina, Ricardo Gareca ya asume que este martes podría ser despedido de la Selección Chilena.

Ostentando uno de los peores rendimientos al mando de La Roja de las últimas tres décadas, incluso superando lo hecho por Pedro García (que es mucho decir), el argentino lleva 11 partidos dirigiendo al equipo de todo.

Suma sólo dos victorias, ambas en partidos amistosos, pero tiene la friolera de 6 derrotas (todas en partidos oficiales por los puntos) y sólo dos empates. El paupérrimo 27,27% sentencia su futuro.

Es por eso que el mismo Gareca ya se pone el traje de desempleado con sus palabras en la conferencia de prensa previa al duelo con Venezuela, donde se debe ganar sí o sí para no quedar eliminado de las Clasificatorias más fáciles de la historia.

"Soy consciente de todo, quiero evitar responder eso (el despido). Tengo consciencia de todo en este momento. Yo considero todo”, comenzó. 

“En estos momentos no analizo ningún escenario negativo. Estoy positivo, estamos bien y lo único contemplo es la posibilidad de ganar, nada más que eso. Lo único que me interesa es cargarme de esa energía para enfrentar a Venezuela", añadió.

Por último, dijo de Venezuela que "será un partido difícil, y vamos a enfrentar a una selección que está bien anímicamente y lucha por primera vez para ir a un Mundial".

Chile recibe a la Vinotinto en el Estadio Nacional, donde habrá muy poca fanaticada nacional, este martes desde las 21:00 horas.