El pasado miércoles 30 de octubre el Presidente Gabriel Boric y sus ministros se dieron cita con los presidentes de partidos y algunos parlamentarios del oficialismo con el fin abordar los desafíos del gobierno en este último tramo de administración, las reformas clave que impulsa el Ejecutivo en el Congreso y realizar un balance sobre los resultados de las elecciones municipales y regionales. 

El cónclave, además, estuvo cruzado por la crisis instalada en La Moneda a propósito de la denuncia por violación interpuesta contra el ex subsecretario del Interior, Manuel Monsalve. Y, por otra parte, la idea era discutir un eventual cambio de gabinete para “refrescar” la gestión del gobierno y la relación con el Congreso. 

Sin embargo, eso no sucedió. Asistentes a la cita afirman a El Desconcierto que no se discutió el eventual cambio de gabinete, el cuál quedó descartado —de momento— luego de que el mismo Boric asegurara que le solicitó a sus ministros trabajar hasta el fin de la actual administración ante la posibilidad de “fugas” para competir en la próxima elección parlamentaria. 

De todas formas, el Presidente sí abordó una cuestión de importancia para el futuro del oficialismo: el próximo desafío electoral de 2025. 

Según afirman asistentes a la reunión, el Presidente habría hecho un positivo balance de lo que fue el pacto Contigo Chile Mejor que agrupó a todo el oficialismo y la Democracia Cristiana (DC). Asimismo, escuchó atentamente los reparos que se realizaron por parte de los presidentes de partidos y parlamentarios que identificaron como problemático el hecho de no haber apoyado a candidatos independientes del mundo de la izquierda, como Matías Toledo, alcalde electo de Puente Alto. 

Por otra parte, se reforzó la crítica a los partidos por no haber consensuado una lista única para las gobernaciones. Esto, según cuestionaron algunos de los asistentes, habría decantado en que hoy las dos regiones más importantes —Valparaíso y Santiago— están en serio riesgo de ser perdidas a manos de la derecha.

El llamado del Presidente

Por lo mismo, el mandatario habría sido claro y majadero en pedirle unidad a su sector en los próximos desafíos electorales. “El Presidente nos pidió acordar una lista única para la próxima elección parlamentaria y una primaria presidencial, incluyendo a la DC”, dice a este medio un parlamentario del oficialismo que asistió al cónclave. 

Asimismo, en la cita se habría discutido la posibilidad de “acercar a la DC” de forma más efectiva al oficialismo. Incluso, estos días se especuló en las directivas de los partidos la posibilidad de incluir al falangismo en el gobierno en un eventual ajuste ministerial para así proyectar y afianzar la alianza que se logró entablar en la municipal. 

No obstante, ante la negativa del jefe de Estado de mover las piezas en su gabinete, esa posibilidad estaría diluyéndose.

En todo caso, los acercamientos con el falangismo ya comenzaron. Durante la tarde de este martes las bancadas del PPD y la DC se reunieron en la Cámara de Diputados en un almuerzo de camaradería para discutir la proyección de una posible alianza y comenzar a agendar instancias de discusión política y coordinación legislativa. 

“El Presidente tiene la intención de dejar como legado la unidad del sector, eso veo en esta petición de querer una lista única”, dice otra asistente al evento de Cerro Castillo. 

De todas formas, las intenciones del mandatario chocan con el análisis que hace la DC. Hasta el momento el diseño que se tiene pensado en el partido liderado por Alberto Undurraga —quien se proyecta como candidato presidencial— es ir en alianza para las parlamentarias con el Socialismo Democrático, coalición compuesta por el PS, PPD, y el PL; y analizar la posibilidad de una primaria amplia para la presidencial.

“No alcanzamos todos en una lista única, lo más sano es concurrir a las próximas elecciones en dos listas y buscar el centro”, dice un dirigente democratacristiano respecto a la posibilidad de una lista unitaria.