Continúan las repercusiones luego que el diario La Segunda informara de la denuncia por violación que yace sobre el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve. El exencargado de la seguridad no solo habría abusado de una funcionaria de la misma repartición, sino que además habría intervenido para obstaculizar la eventual investigación.

Los antecedentes de este escándalo, que estalló el jueves 17 de octubre, se han conocido con el pasar de los días incluido el grado de conocimiento e intervención que tuvieron actuales autoridades como la ministra del Interior y exjefa de Monsalve, Carolina Tohá, o el Presidente Gabriel Boric.

Antecedentes de la llamada de teléfono

Así, a casi dos semanas, los últimos hechos salidos a la luz tienen que ver con una llamada de teléfono que le habría hecho la titular de Interior al exfuncionario para comentarle de las indagatorias que se llevaban a cabo en el Hotel Panamericano, lugar donde se habrían desarrollados los acontecimientos relatados en la causa.

Particularmente, la jefa del Gabinete del mandatario le habría indicado que debía dirigirse al sitio del suceso de acuerdo a las instrucciones de la PDI y, por defecto, los fiscales a cargo. No obstante, esto se ha interpretado como una advertencia y una intervención al secreto de la investigación.

Al respecto, el actual subsecretario del Interior y exministro de Justicia, Luis Cordero, dijo que "hay que tener cuidado con confundir el rol del control político con aquellos que corresponden a las investigaciones judiciales que se están llevando a cabo".

No advirtió, instruyó

"La semántica en esto es muy relevante, y por eso cuando las preguntas suponen supuestos implícitos, yo me hago cargo inmediatamente de ellas", argumentó la autoridad.

Consultado sobre si este contacto no representaría un privilegio ante los demás ciudadanos, el líder de la seguridad respondió que en el planteamiento "subyace una afirmación (...) un supuesto que no se compadece con los hechos que se han informado".

"Lo que hizo la ministra no fue avisar sobre una diligencia, sino que instruir al exsubsecretario Monsalve porque debía comparecer en el hotel donde se encontraba la Policía de Investigaciones y el Ministerio Público", agregó Cordero.

En ese sentido, planteó que el aviso "fue esencialmente para que Manuel compareciera en diligencias que se estaban ejecutando y garantizar su comparecencia en ese momento en el lugar donde él pernocta, entonces (...) esta instrucción tampoco significa un privilegio porque fue autorizado por el fiscal Armendáriz".

Un mandato público

Según el subsecretario del Interior, esto fue "para garantizar su comparecencia al recibir una instrucción, es una instrucción que debe recibir cualquier funcionario público (...) es un mandato".

"Esa era una diligencia que se estaba ejecutando de acuerdo a la ley. Las diligencias están sujetas a secreto, si se revela producto de eso una diligencia, bueno, es conveniente aclarar (...) No elimina el factor sorpresa", aseguró respecto de una eventual intervención en el proceso investigativo de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte.

"Si hay o no alteraciones de pruebas que hubiese ejecutado Manuel Monsalve es un asunto que debe estar investigando el Ministerio Público si eso fue efectivo o no", defendió el subalterno de Tohá.