“Las grandes inversiones (de hidrógeno verde en Chile), se van a empezar a hacer en tres o cuatro años más, más allá de esta administración. Incluso mas allá de la administración que sigue” comentó en un seminario el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente.

Con estas declaraciones, el directivo confirmó una sensación que se viene gestando en el mundo empresarial sobre la velocidad menor a la esperada en el boom del hidrógeno verde, sobre el que el Gobierno de Chile se la ha jugado para levantar una industria y convertirse en polo de producción a escala mundial.

En el marco de un encuentro sobre transformación energética, coincidió en esta visión la presidenta del directorio de la estatal ENAP, Gloria Maldonado. Según declaraciones difundidas en El Mercurio, Maldonado apuntó a la guerra entre Rusia y Ucrania como parte de los factores que influyen en esta lentitud.

A pesar de la moderación en el entusiasmo con el hidrógeno verde, ambos coincidieron en que el país debe seguir impulsando la industria para “darle señales claras” a los inversores. Por su parte, el director ejecutivo del gremio de hidrógeno H2 Chile también mencionó el problema de los costos.

Lentitud y costos

En septiembre, un estudio de Harvard encontró que las proyecciones mundiales sobre el valor del hidrógeno solo consideraban los costos de producción, pero no los costos de almacenar y trasladar el hidrógeno a diferentes sectores.

“Nuestros resultados desafían una creciente idea de que el hidrógeno verde será la “navaja suiza” de la descarbonización, y sugiere que las oportunidades para el hidrógeno pueden ser más estrechas de lo que se pensó previamente”, comenta ante el Harvard Gazette la científica del centro ambiental de Harvard, Roxana Shafiee.

Con las conclusiones del estudio en mano, los científicos recomiendan continuar invirtiendo en almacenamiento y distribución de hidrógeno verde pero también diversificar las estrategias de inversión, ayudando a avanzar otras alternativas no tan explotadas como los biocombustibles, así como continuar con la electrificación.

En Chile hay ocho iniciativas de producción de hidrógeno verde en operación y tres en construcción, en escala piloto, pero hay cerca de 60 proyectos en evaluación o prefactibilidad, concentrados sobre todo en las regiones de Antofagasta y Magallanes, donde se proyectan dos polos de desarrollo con apoyo del Gobierno para facilitar y viabilizar esta industria.

Según reportes de un centro de investigación de la agencia Bloomberg, también existe un problema de falta de demanda asegurada para los proyectos. Según sus cifras, solo 12% de la capacidad de producción planificada de hidrógeno verde para el fin de esta década tiene un comprador identificado.