Altas temperaturas amenazan a las mascotas: “Golpe de calor progresa rápidamente y puede ser fatal”
En momentos en que las temperaturas empiezan a incrementarse en nuestro país, una preocupación que existe en algunas familias, es cómo enfrentar esta variable atendiendo a la necesidad de resguardar a las mascotas del calor, contexto en el que conversamos con Agustín Cartes, docente y director académico del Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Andrés Bello (UNAB), sede Viña del Mar.
Pensando en animales clásicos, como perros y gatos, el especialista es claro al momento de evidenciar los riegos a los que estos pueden quedar expuestos.
“Durante la temporada de calor extremo, las mascotas, especialmente perros y gatos, están en riesgo de sufrir hipertermia, que se produce cuando el cuerpo no puede disipar adecuadamente el calor por sus propios mecanismos de regulación (por ejemplo el jadeo)”, advierte.
Usualmente, recalca, “nuestras mascotas pueden presentar cuadros de deshidratación y quemaduras solares debido a la exposición, sin embargo y de forma severa, pueden desarrollar enfermedades relacionadas con el calor, tales como el golpe de calor, el que puede causar daños multisistémicos graves, incluida la falla orgánica”.
Se trata de un cuadro clínico que Cartes, aclara, “es especialmente preocupante en razas braquicéfalas", (que tienen un cráneo redondeado y un hocico corto o achatado), además de ser riesgoso para "animales con sobrepeso, adultos mayores o aquellos con problemas respiratorios o cardíacos preexistentes”.
Agua a disposición permanente
Consultado específicamente acerca de qué precauciones hay que adoptar para no arriesgar a las mascotas en verano, considerando además que muchas veces estas se quedan solas en la casa o departamento, mientras sus moradores salen a trabajar, el experto releva la necesidad de “asegurarse que tengan acceso a agua fresca en todo momento, un lugar sombreado y bien ventilado, teniendo especial cuidado para evitar escapes o caídas desde sitios de altura”.
“Si se quedan solas en casa, se prefiere mantenerlas en ambientes interiores frescos, para así evitar la exposición prolongada al sol (patios o balcones)”, asevera.
De igual forma, recalca, "esto puede ayudar a reducir la actividad física durante un día de calor extremo, ya que puede precipitar el inicio del cuadro clínico”, complementa.
Además, enfatiza, “no deben dejarse nunca en vehículos, ya que las temperaturas pueden aumentar peligrosamente en pocos minutos, incluso en días moderadamente calurosos y por períodos cortos de tiempo”.
Incendios forestales, una grave amenaza
Pensando en los incendios forestales clásicos de la temporada de calor, qué cuidados específicos hay que tener con las mascotas, es otra de las consultas que le formulamos a Cartes, quien recalca que “es fundamental tener un plan de evacuación preparado que incluya a las mascotas, asegurándose de que tengan agua, alimentos y elementos de primera necesidad suficientes”, lo que “incluye medicamentos para pacientes crónicos”.
Adicionalmente, apunta a la necesidad de disponer de “un método de transporte cómodo que permita un traslado seguro”.
Por otra parte, sostiene, “es esencial proteger a las mascotas del humo, ya que puede causar problemas respiratorios graves”.
“La recomendación, y lo más seguro, es mantenerlas dentro de casa con ventanas cerradas y con una vigilancia cercana, sobre todo en aquellas razas de perros y gatos braquicefálicas, pacientes con condiciones respiratorias o cardiovasculares prexistentes, con aumento de peso considerable, y que ya estén en su etapa de adulto mayor”, complementa.
Sintomatología de alerta
Ante qué sintomatología específica de las mascotas hay que estar atentos en temporada de extremo calor, es otra inquietud ante la que el experto se pronuncia.
“En días de calor extremo, los signos de golpe de calor a los que se debe estar atento incluyen jadeo y/o salivación excesiva, cambios de color de las mucosas orales, las que se puede tornar rojas y brillantes, puede aparecer dificultad para respirar, vómitos, diarrea (con o sin sangre), debilidad generalizada, falta de coordinación, convulsiones y colapso súbito”, detalla.
Ahora, asevera, “si se observan estos signos, es crucial actuar de inmediato, ya que el golpe de calor progresa rápidamente y puede ser fatal”.
Paralelamente, consultado respecto de qué alimentación favorece más a los organismos para sobrellevar el calor y si hay alguna que es preferible obviar para evitar situaciones complejas, Cartes dice que “junto con proporcionar una cantidad abundante y disponible de agua fresca, se puede añadir hielo al recipiente para ayudar a mantener el agua fría”.
“También se pueden proporcionar alimentos ricos en agua para ayudar a mantener a las mascotas hidratadas”, dice al tiempo que asegura que “algunas frutas que son seguras para los perros, como la sandía o el pepino, pueden ser una buena opción en pequeñas cantidades”.
Y en el ámbito de lo que no está recomendado, es categórico en la necesidad de “evitar alimentos muy salados o procesados, ya que pueden contribuir a la deshidratación”.
“Asegurar una dieta equilibrada y adecuada a las necesidades nutricionales individuales de nuestras mascotas, ayuda a mantener una buena condición física y prevenir complicaciones relacionadas con el calor”, resume.
Para mascotas exóticas resguardos deben extremarse
Y en el caso de las mascotas exóticas, Paula Araneda, académica de medicina veterinaria de la misma entidad académica (sede Viña del Mar) y especialista de animales de este tipo, es clara.
“Los resguardos con nuestras mascotas exóticas deberían extremarse en esta época, para evitar un temido y grave shock térmico”, contextualiza.
Apuntando a “pequeños roedores, conejos, cobayos y chinchillas”, recalca que estos “son muy susceptibles, no poseen glándulas sudoríparas ni la capacidad de jadear, además son respiradores nasales estrictos, y acostumbran a estar más activos en horario nocturno y crepuscular, por lo que no deberían nunca ser expuestos al sol directo, menos en esta época”.
En este sentido, aboga porque para ellos se busque “el lugar más fresco de la casa sin corrientes de aire directo, y en donde la temperatura idealmente no supere los 24 grados”.
“Es importante para esto, además, mantener constantemente agua fresca disponible, y mantas de gel frío que ayuden con la termorregulación si no se cuenta con un sistema de aire acondicionado”, recalca.
Y, aclara, “no se recomienda bañar ni mojar a estas mascotas, ya que el estrés que esto les produce, sumado al calor, podría empeorar un cuadro de shock térmico”.