Este viernes 18 de octubre, Chile conmemorará el quinto aniversario del estallido social en donde el descontento con la situación del país, las múltiples desigualdades y la corrupción política, hizo que millones de personas salieran a las calles a protestar.

La impensada respuesta del gobierno de Sebastián Piñera fue sacar a los militares a las calles para callar las demandas de su propio pueblo, lo que provocó olas de violencia y mutilaciones oculares debido a la represión a las protestas.

A cinco años, durante estos días hemos visto aparecer encuestas cuyas preguntas están dirigidas para que la gente recuerde lo peor del estallido social, como la destrucción y delincuencia, dejando de lado las razones que llevaron a tal descontento.

Para el investigador y sociólogo Manuel Canales, docente de la Universidad Bernardo O’Higgins, el cambio en las encuestas es por un fenómeno de negación, pero también deja en claro que están diseñadas “para negar la naturaleza real de octubre” y que su objetivo “no es tanto revelar la verdad, sino distorsionarla o minimizar el apoyo que en su momento tuvo el estallido”.

“Después de cinco años de demonizar a un actor que no tiene representante, organización ni discurso, es comprensible que algunas personas ahora afirmen que no apoyaron el movimiento”, añadió.

No sólo eso, sino que Canales, autor del libro ‘La pregunta de Octubre: fundación, apogeo y crisis del Chile neoliberal’, destaca que “el 90% de la población, según encuestas previas, mostró un alto grado de simpatía hacia las demandas de octubre”.

La gente no entendió octubre 2019

Canales es claro en asegurar que todo lo que llevó a millones de personas a las calles en octubre fue un fenómeno que “la gente sigue sin entender” y esa falta de comprensión es ayudada por este tipo de encuestas, generalmente controladas desde la derecha.

“Es parte de la estrategia de negación y manipulación que busca desacreditar el significado del estallido social y sus demandas. Octubre nunca fue un rostro, ni siquiera un actor. No es para ser celebrado, se le entiende, se le reconoce. No se le demoniza”, precisa.

Es por eso que le salta la interrogante si “¿habrá dentro de este modelo posibilidades de una salud decente, de jubilaciones decentes, de empleos decentes y de educación decente? Vamos a envejecer y nos vamos a empobrecer. Esa es la realidad que octubre vino a dejar como pregunta”.

Para cerrar, el doctor Manuel Canales asegura que “estamos negando la demanda social de octubre, porque dicha demanda estructural cuestiona la capacidad del modelo para ofrecer bienestar a las clases populares (…) Y al negar y no responder los cuestionamientos que la revuelta presenta, se mantiene lo que vivimos, que no es la normalidad”.

“Cinco años después del estallido estamos en el mismo punto. Nadie ha sabido qué hacer con la pregunta que dejó octubre. Continuamos con un sistema político que no sabe cómo responder. La izquierda, la derecha, nadie ha sabido interpretar esta demanda”, cerró.