Depresión y efectos cardiovasculares, problemas de rendimiento escolar y laboral, y aumento de accidentes de tránsito son solo algunos de las potenciales consecuencias que una persona podría experimentar a partir de este domingo debido a la bienvenida del horario de verano.

Este sábado 7 de septiembre, cuando sean las 23:59 horas el reloj deberá adelantarse en una hora, es decir, será la 01:00 de la madrugada del domingo 8 de septiembre.

Algunos de los síntomas fisiológicos y psicológicos derivaban a partir de la alteración del ciclo del sueño y el aumento de las horas con luz solar durante el día.

Si bien el cambio de hora ocurre desde hace varios años en Chile, para algunos especialistas esta medida no es favorable para el organismo.

Para el Doctor Luis Larrondo, director del Instituto Milenio de Biología Integrativa (iBio), lo recomendable es mantener siempre un solo horario durante todo el año, priorizando siempre que a la hora de despertar haya abundante luz.

Pese a que cualquier alteración del ciclo podría generar consecuencias en el organismo, para Larrondo el cambio al horario de verano afecta más que el cambio al de invierno.

Este "implica pedirle a nuestro cuerpo despertar a oscuras, previo a lo dictaminado por nuestro reloj biológico, ya que estaremos desalineados respecto a la hora de salida del sol”.

Algunas de las consecuencias son "sensación de fatiga, dificultades para levantarse, episodios de ansiedad, irritabilidad y potencialmente, efectos en la salud debido a que el reloj biológico se desincroniza con el reloj social”, indica el experto.

E incluso, existe una correlación entre padecer algún tipo de cáncer y modificar constantemente el ciclo circadiano (reloj biológico), por lo que quienes realizan trabajos con diferentes turnos horarios podrían verse perjudicados.

Esto se debe a que el "reloj biológico" es responsable no solo del sueño, sino también de lo fisiológico y celular.