Venezolanos: Politóloga advierte que campaña de Desbordes-Rubilar por sus votos es arma de doble filo
El último fin de semana, específicamente el sábado 17 de agosto, en respuesta a una convocatoria internacional, la comunidad venezolana migrante residente en nuestro país, se reunió masivamente en Parque Almagro, para manifestar su rechazo al resultado de la elección presidencial del 28 de julio, que consagró a Nicolás Maduro como el mandatario del país caribeño por un nuevo período.
Bajo un manto de opacidad, los comicios están siendo cuestionados desde varios sectores de la comunidad a nivel planetario en medio de un clamor respaldado por la derecha en Chile, que se hizo todavía más evidente con la presencia de cartas de Chile Vamos a alcaldías relevantes la capital, caso de Mario Desbordes (RN), quien postula a Santiago, y Karla Rubilar (independiente de derecha), aspirante al sillón municipal de Puente Alto.
Cómo se puede entender esta estrategia de ambas cartas de la oposición a la captura del sufragio venezolano, es lo que conversamos con Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor.
“Qué tan relevante puede ser el voto migrante en los municipales, depende porque hay comunas que tienen mayor presencia de personas que están inscritas”, dice recalcando que “hay comunas”, en las que este va a incidir más que en otras, “por ejemplo, Estación Central”.
Migrantes pueden inclinar giro a la derecha en municipales
Y en “Santiago e Independencia (…) en esas comunas el voto migrante sí es relevante dentro de las votaciones”, agrega.
“Porque puede significar un cambio en la dirección hacia dónde se pueden dirigir las votaciones, y también en este caso sabemos que el voto migrante, que en su mayoría es venezolano, puede dar puede dar un giro hacia representantes de la derecha, donde ellos están más afianzados”.
Consultada respecto de qué señal le dan estos créditos de la oposición al electorado, Zepeda advierte que “el despliegue que ha tenido la derecha en apoyo al pueblo venezolano, es un arma de doble filo”.
“Porque si consideramos que ambos candidatos - especialmente Desbordes -, en una comuna donde hay mucho voto extranjero y muchos votos venezolanos, este despliegue le podría asegurar parte importante de aquel electorado migrante, pero también podría significar que cierta gente que es de derecha, que está contra la migración, le retire su apoyo”, argumenta.
Aunque, agrega, “si ellos decidieron hacer ese despliegue es porque deben tener calculado que el beneficio es mayor al costo, o sea, el apoyo a esta población migrante venezolana debe ser en cuanto voto, más alto que el voto de derecha dura que está contra la migración, contra el pueblo venezolano y que tiene rasgos evidentemente xenófobos”.
Si no se evaluó, “es una muy mala jugada”
“Deben haber considerado que el beneficio es mayor al costo, si no se consideró eso, es una muy mala jugada”, advierte la politóloga a renglón seguido.
Consultada luego respecto de cómo conversa el discurso anti migrante de la oposición con este tipo de despliegue de Rubilar y Desbordes, y específicamente si es coherente, Zepeda dice que cree que “ellos están tratando de mezclar la crisis de seguridad con el tema anti migrante”.
“A primera vista, no se ve como algo coherente, uno dice: ‘si ellos están contra la migración, están pidiendo que se cierren las fronteras, y están pidiendo que no entren más (extranjeros) y que saquen a los delincuentes y a los inmigrantes que ellos llaman ‘ilegales’, no hay mucha coherencia con que ellos apoyen a esta población'”, complementa.
Lo que creo que están tratando de hacer, y que ellos deberían hacer, asegura, “y que a lo mejor no se ha visto mucho, es marcar la diferencia, porque el electorado, la gente que lleva casi cinco años y que puede votar, es gente que está en regla, por lo tanto, es marcar la diferencia entre aquel que vino, hizo las cosas bien y vota y es parte ya del pueblo, a aquel que ellos consideran delincuencia, ilegal”.
“Dejan varios blancos abiertos”
“Ahí hay un cruce que se vuelve confuso, y que es confuso también para la ciudadanía, porque ante los ojos de la ciudadanía, esto sí se puede ver como una incoherencia”, dice.
Por eso, agrega, “es un arma de doble filo desplegar este apoyo a las comunidades migrantes, porque también es algo que puede tomar la posición para decir: ‘acá ellos son los que no quieren a los migrantes y están contando con el voto, dejan varios blancos abiertos que podrían ser problemáticos en cuanto a la campaña que se viene”.
“Insisto, deben haber hecho el costo-beneficio, por algo no estuvieron todos los candidatos y estuvieron Rubilar y Desbordes, porque Santiago tiene más de 30% de voto extranjero”, recalca Zepeda.
En consecuencia, complementa, “ahí hay que ir viendo también, esto fue pensado, no quiero creer que fue un despliegue azaroso o simplemente porque ellos quisieron ir, sino que acá tiene que haber habido una estrategia pensada detrás y un cálculo de qué les daba apoyar a esta población migrante”.
“Para asegurar este voto extranjero en contra del voto de extrema derecha, que no va a votar por ellos, o que va a anular porque tampoco quiere votar por Irací (Hassler)” en Santiago, argumenta.
El voto venezolano no lo puede conseguir la izquierda
“Efectivamente, la derecha va en busca del voto venezolano, porque es algo que la izquierda tampoco va a poder conseguir, creo que es un nicho que está destinado hacia la derecha”, dice luego.
¿Por qué? “Porque es población que viene del régimen de (Nicolás) Maduro, que viene escapando del régimen de Maduro, entonces no tiene una buena disposición hacia los políticos de izquierda, dando lo mismo cuáles eran las diferencias entre la izquierda en un país y la izquierda en otro, porque dependen del sistema político, hay diferencias problemáticas y diferenciadas en cuanto valores democráticos”, explica.
“Pero esta población migrante de Venezuela viene con un posicionamiento ya determinado en contra de la izquierda, no sé si a favor de la derecha, pero sí en contra de la izquierda”, agrega la politóloga.
Y, “al posicionarse en contra de la izquierda, ya es un voto objetivo para la derecha, entonces creo que esta población venezolana, aunque ellos no hubiesen hecho el despliegue, igual hubiesen obtenido su voto, por lo tanto, no sé qué tan fructífero fue arriesgarse en esa campaña para conseguir este voto que ya estaba casi asegurado”.
“Ahí habría que darle una vuelta, creo que eso fue una decisión que quizás no se pensó un poco más, se debería haber pensado un poco más allá”, releva.
Porque ese voto, asegura Zepeda, “ya estaba semi captado, creo que quisieron reforzarlo de alguna forma por medio de este despliegue, y ellos deben haber considerado el costo beneficio, si no lo consideraron no fue una decisión muy pensada, si lo consideraron, creo que dentro de esta consideración, tampoco era muy amplio el margen en cuanto a lo asegurado”.
“Por lo tanto, no sé desde esa perspectiva, parece una estrategia un poco riesgosa, bien riesgosa, porque te puede quitar votación que tenías asegurada anteriormente, por lo tanto esa votación que tenía asegurada con estas estrategia, se puede ir nulo, ahora cuál es el porcentaje de eso, creo que eso es un análisis que deben haber hecho a nivel interno”, concluye Zepeda.
Crédito foto: Agencia Uno/Montaje: Javiera Muñoz.