Según datos de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) del año 2023, que consulta a las personas si ellas o alguien de su hogar fue víctima de algún delito en los 12 meses previos a la consulta, la comuna de Providencia se encuentra entre las nueve comunas de la Región Metropolitana con mayores índices de victimización.

A la vez, un 71,6% de los encuestados en Providencia percibe un aumento de la delincuencia en el país, un 53,0% considera que aumentó en la comuna, y un 40,2% de las personas percibe que aumentó en su barrio. Por debajo se encuentra la percepción de la ocurrencia de incivilidades como comercio ilegal y personas que pernoctan en las calles, con un 13,2% y 13,1% respectivamente.

Las cifras expuestas son datos generales que, para un Municipio como el de Providencia, debieran resultar preocupantes, más aún tratándose de una comuna con áreas asociadas a distintas actividades o fines que determinan rutinas diversas para sus vecinos y vecinas.

Es decir, sería de gran interés contrastar estos datos con lo que ocurre en cada barrio, especialmente en aquellos en que se desarrolla una intensa vida nocturna o de alto tránsito de población externa a la comuna en razón de las actividades comerciales, culturales y de servicios, que han transformado a ciertas zonas de Providencia en un nuevo centro cívico.

Como ejemplo, hace unos días una nota en The Clinic señalaba que el 60% de los delitos en Providencia se cometen en el circuito entre el Costanera Center y el Parque Bustamante, pasando por Bellavista, es decir hay una concentración en esos sectores, estresando a sus habitantes y usuarios.

Aún cuando la comuna de Providencia se encuentra en los lugares más altos del ranking de victimización, la presencia de iniciativas municipales relativas a la seguridad analizadas en en el estudio Municipios y seguridad pública ciudadana” de la Fundación Friedrich Ebert, sitúan a Providencia fuera de las 40 municipalidades que emplean mayor número de iniciativas, tales como personal de seguridad, cámaras y vehículos de seguridad, en relación a su número de habitantes. Únicamente en el primero de estos indicadores Providencia se encuentra dentro de los 20 primeros lugares, ocupando el puesto número 10. 

Como en otras comunas, el municipio de Providencia ha implementado un número de emergencia con personal móvil que concurre ante los llamados de vecinas y vecinas, los que pueden corresponder a emergencias relacionadas con la comisión de delitos o la presencia de incivilidades, pero también a otra variada gama de situaciones no relacionadas con la seguridad. La agilidad en la respuesta de este servicio es altamente valorado por los habitantes de la comuna. Sin embargo, no modifica las condiciones de inseguridad que en algunos barrios son más problemáticas que en otros.

El estudio de la Fundación Friedrich Ebert muestra, además, que los municipios con más iniciativas de seguridad por número de habitantes, son también los que más dinero invirtieron en 2023 en este ámbito. Entre las comunas destacadas se encuentran Maipú, Las Condes, Santiago, Puente Alto, Viña del Mar y Temuco. Nuevamente, Providencia no figura entre las comunas con inversiones significativas en seguridad, pudiendo, sin duda, destinar recursos a estas materias en razón de las arcas comunales de las que dispone.

Ofrecer condiciones de seguridad a las personas es un desafío que involucra no sólo a los órganos del Estado central o regional, sino también a los municipios. En esta lógica destaca la iniciativa del Ejecutivo de fortalecer el rol de los gobiernos locales en la prevención del delito y seguridad pública, a través de un proyecto de ley dirigido a robustecer la institucionalidad de las municipalidades en seguridad por medio de diversas medidas.

Algunas de ellas son la creación de un Comité de Coordinación Operativa dentro del Consejo Comunal de Seguridad Pública; la modificación del Plan Comunal de Seguridad Pública, incorporando medidas de atención y asistencia a las víctimas de delito; la incorporación de un enfoque de seguridad en el diseño de las obras de urbanización y edificación, así como en el plan comunal de inversiones, infraestructura de movilidad y espacio público; junto con la creación de la figura de los Inspectores Municipales de Seguridad. 

Con independencia de este proyecto de ley, el Municipio de Providencia podría promover acciones con enfoque preventivo basadas en la articulación comunitaria en los barrios, más que sólo fomentar el contacto de personas individuales a través de números de emergencia o la aplicación privada Sosafe.

Asimismo, también podría una mejor coordinación y colaboración con las direcciones de seguridad municipal de las comunas vecinas, con independencia del color político de las o los alcaldes que encabezan esos gobiernos locales, algo que para la actual administración parece haberle resultado difícil de realizar. A la vez, desarrollar estudios y análisis propios sobre seguridad con enfoque territorial, contando siempre con la participación de vecinas y vecinos como actores claves de las medidas preventivas. 

Muchas veces la implementación de medidas municipales no depende tanto de los recursos financieros, sino de la valoración que él o la alcaldesa de turno tenga por el conocimiento y experiencia que las propias personas tienen de los barrios donde viven o trabajan, y de iniciativas innovadoras que conecten diversas voces y perspectivas, las que, de manera colectiva, contribuyan a un mismo propósito de bienestar a través de la cooperación.

Crédito de la fotografía: Agencia Uno