Pese a que se ha informado que los bombardeos en asentamientos de civiles desplazados están haciendo subir de forma dramática la cifra de menores de edad fallecidos, Israel no detiene sus indiscriminados bombardeos contra la Franja de Gaza.

Todo se inició el 7 de octubre con el ataque armado de Hamás en suelo israelí. Pese a que este ataque fue del grupo terrorista, Israel bombardeó a la población civil. En 10 meses, han provocado 40.139 fallecidos y cifras de la ONU hablan que el 70% de ellos son niños inocentes.

Las imágenes más devastadoras se ven en Rafah, lugar donde millones de personas escaparon de forma desesperada y, hasta allá, llegó el Ejército de Israel con sus bombas.

Este lunes se conoció la muerte del periodista palestino Ibrahim Mohreb, quien fue asesinado a disparos por soldados israelitas. Según fuentes locales, las fuerzas israelíes abrieron fuego este domingo contra un grupo de seis comunicadores en el barrio de Hamad, en Jan Yunis, donde el Ejército lanzó una nueva incursión hace dos semanas.

ONU acusa que Israel ataca a civiles a propósito

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas acusó este lunes que Israel se encuentra completamente impune ante los bombardeos a la población civil que causan la muerte de decenas de miles de niñas y niños inocentes.

En una carta abierta con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, autoridades como el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus o el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, alertaron que las muertes impunes de civiles y trabajadores humanitarios son el nuevo "status quo".

"Las brutales hostilidades que estamos presenciando en múltiples conflictos en todo el mundo han sacado a la luz una terrible verdad: Vivimos en una era de impunidad", señala la misiva suscrita también por más de 400 oenegés como Cáritas o Médicos Sin Fronteras.

No sólo eso, sino que advirtieron que, si no se pone remedio, los efectos inmediatos de esta impunidad no sólo se limitarán a las zonas de conflicto, sino que a menudo "se extenderán mucho más allá".

Ante esta situación, instaron a los Estados miembros de la ONU a aprovechar su influencia para garantizar el respeto de las normas de la guerra y reducir al mínimo el sufrimiento humano.