Escasez de gasolina amenaza con dejar inutilizadas ambulancias del norte de Gaza
Las ambulancias de la Media Luna Roja palestina, en el norte de la Franja de Gaza apenas tienen combustible y podrían verse obligadas a dejar de operar este mismo 18 de agosto si no consiguen más gasolina, denunció el organismo en redes sociales.
De las ocho ambulancias del grupo en las gobernaciones de Ciudad de Gaza y Norte de Gaza, el norte del enclave, solo dos permanecen en funcionamiento.
Una de las portavoces de la Media Luna Roja Palestina, Nebal Farsaj, dijo a EFE que de estos dos vehículos, ninguno tiene el depósito lleno.
"La gasolina actual apenas da para llegar al final del día", dijo la portavoz, que no pudo precisar cuántos viajes podría hacer cada uno de los vehículos antes de dejar de estar operativos.
Situación se repite
No es la primera vez que la organización, cuyos esfuerzos sanitarios para trasladar a los heridos y los cadáveres han llegado desde el inicio de la guerra (a costa de la vida de decenas de sus empleados) a todos los puntos de la Franja de Gaza, se ha visto obligado a parar sus operaciones por la falta de combustible.
En al menos una ocasión las ambulancias estuvieron varios días paradas por no tener gasolina, confirmó Farsaj.
En redes sociales, la Media Luna Roja Palestina avisó también que si se acaba el combustible, los generadores de nueve clínicas y centros a lo largo del norte de Gaza se apagarán, lo que hará que dejen de prestar servicio a miles de gazatíes y que varios medicamentos se echen a perder.
Desde el comienzo de la guerra, pero sobre todo a raíz de la ofensiva israelí sobre Rafah, el punto más al sur de Gaza, por donde entraba gran parte de la ayuda humanitaria al enclave antes de la entrada de las tropas a comienzos de mayo, la falta de combustible ha sido uno de los problemas recurrentes denunciados por las autoridades sanitarias del enclave.
El gobierno de Hamás en Gaza ya ha advertido varias veces de la escasez de gasolina, que limita la capacidad de funcionamiento de hospitales, clínicas o plantas desalinizadoras de agua, vitales para el abastecimiento de agua potable en el sitiado enclave.
Tras más de 10 meses de guerra, más de 40.000 personas han muerto y 92.000 han resultado heridas en toda la Franja, según las autoridades sanitarias, dependientes de Hamás. mientras que 1,9 millones de gazatíes se han visto obligadas a abandonar sus lugares de refugio, muchos de ellos varias veces seguidas, ante los incesantes ataques de Israel.
Crédito foto: @UNRWAes