París 2024 vivió su choque de titanes: Nadal cae ante Djokovic y tuvo su “último baile”
Rafael Nadal se despidió de París 2024 y, posiblemente, de su exitosísima carrera, superado por el tipo con el que ha mantenido la mayor rivalidad que se recuerda en el mundo de la raqueta.
El serbio Novak Djokovic, que aprovechó su mejor situación física y su adecuado rodaje aún en las pistas para sellar, sin paliativos, sin concesión, en el territorio natural del español, una ansiada victoria, por 6-1 y 6-4 que le asienta en París 2024.
Fue el trigésimo primer triunfo del serbio ante el español en los cara a cara que han mantenido a lo largo de la historia. Pero el más doloroso. Nadal ganó en veintinueve. El treinta nunca estuvo cerca.
Estuvo a la altura el público de París, que a lo largo del juego intentó reanimar a una leyenda que ha hecho suya. Ganador catorce veces sobre la arcilla francesa de Roland Garros, se resistió el gentío a que Nadal tuviera un final así. Un adiós que llega como algo natural. Pero fue desgarrador por momentos el panorama. Un Nadal sin opción, sin argumentos y sin fuerzas. En manos y al antojo de su mayor rival.
Hasta siempre, Rafael Nadal
Fue la decimoquinta victoria olímpica individual de Djokovic, que igualó así el récord de la alemana Steffi Graf desde Seúl 1988 y que deja atrás el cosechado por Federer, con catorce, supuso el adiós del torneo de su máximo rival, al que despidió sin miramientos, sin misericordia
No le bastó a Nadal con el embrujo de París, donde había ganado 113 de los 117 que había disputado, para doblegar a Djokovic, el único que ha conseguido vencer en las pistas de Roland Garros al catorce veces campeón en la Philippe Chatrier. Necesitaba mucho más para hacer frente a un adversario extra motivado.
Djokovic, que firmó el doble de golpes ganadores que el español, jugará ahora contra el vencedor del partido entre el alemán Dominik Koepfer y italiano Matteo Arnaldi.
El balear, una leyenda, un jugador sin parangón, un caso único en Francia, asume su despedida. Se aferra en los Juegos al dobles, junto a Alcaraz. El futuro, su continuador. Es ahí ahora donde espera el podio y las últimas gotas de su aroma en París.