Macaya y ahora Ramírez: La UDI no está acertando con sus presidentes
Los brutales dichos públicos de Macaya, en defensa de su padre, “…la grabación era sin consentimiento” y “…que la denunciante no era de la familia” colocaron al senador en una posición inaceptable ante la ciudadanía.
Luego, trascendió a los medios que, en el juicio, Macaya intentó convertir a una de las víctimas, la niña de 12 años, en victimaria, argumentando que “era una niña agrandada” y que “usaba un pañuelo verde, en apoyo a la causa proaborto”. ¡Qué crueldad más grande!, el intento del senador de salvar al pedófilo, insinuando que la niña era una Lolita y que acosaba a su padre.
Los dichos de Macaya lo convierten en cómplice de la pedofilia y en enemigo de los niños. Debiera retirarte de la vida pública.
Sucede, sin embargo, que ese tipo de comportamiento en círculos de la derecha conservadora y fundamentalista no es nuevo. Otros personeros de la UDI, algunos años atrás, como ha dicho el diputado Gonzalo Winter, defendieron a pedófilos seriales como en los casos de Paul Shaffer y de los curas O’Reilly y Karadima.
Macaya fue reemplazado en la presidencia de la UDI por Guillermo Ramírez, pero éste tampoco se caracteriza por su lucidez cuando se refiere a temas valóricos y sensibles para la ciudadanía.
Mientras las expresiones de Macaya constituyen una manifiesta agresión a los niños, Ramírez ha tenido declaraciones escandalosas sobre los derechos de la mujer y el aborto.
En efecto, en una entrevista en radio Cooperativa en el año 2017, cuando Ramírez era secretario general de la UDI, sostuvo que en Estados Unidos existía derecho al aborto hasta los nueve meses de gestación. Para sorpresa de los periodistas, textualmente señaló: “…mientras, el niño está entero en el cuerpo de la madre se puede abortar y, lo que ocurre entonces es que lo sacas de los pies, incluso de nueve meses de embarazo, le cortan la cabeza y se puede abortar…aprobado por Bill Clinton” (reproducido por Publimetro, 24-07-2024).
Una mentira descarada, de extrema crueldad contra las mujeres, que ya anunciaba las fake news, que hoy son dominantes en el accionar comunicacional. Ramírez, conservador decimonónico, intentó impedir, sin éxito, la aprobación de la ley de aborto en tres causales que impulsó la presidenta Bachelet.
Ese desenfreno argumentativo se encuentra en línea con el antifeminismo que se ha convertido en uno de los ejes de la extrema derecha en el mundo, y que impulsa un preocupante retroceso en la protección de los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, muy especialmente sobre el derecho al aborto.
Entonces, las mujeres, y quienes defienden sus derechos, tendrán que estar alertas con el nuevo presidente de la UDI, en momentos que el gobierno ha propuesto iniciar una discusión sobre el aborto libre, en defensa de la salud y la autonomía reproductiva de las mujeres.
Por cierto, es respetable que existan posturas distintas sobre el aborto libre, pero no es aceptable que se utilicen argumentos mentirosos para defender determinadas posiciones y menos cuando se trata de los derechos humanos de la mujer.
Ni un defensor de la pedofilia, ni tampoco un promotor de fake news son líderes positivos para nuestra sociedad. La UDI no está acertando con sus presidentes.
Crédito de la foto: Agencia Uno