En su calidad de político, ex ministro y rostro de la campaña del En Contra habla con El Desconcierto Francisco Vidal. Sobre la negociación que lleva adelante el oficialismo para las elecciones de octubre, el exministro sostiene que es imprescindible que la centroizquierda y la izquierda lleguen a un entendimiento para llevar candidatos únicos a las dieciséis gobernaciones. Además, respecto a la crisis de seguridad, Vidal hace hincapié en que el oficialismo debe darse cuenta que “la política más progresista para los ciudadanos es la seguridad” y sostiene que “lo primero que la gente quiere es que se reconozca la realidad. Y la realidad en Chile es que estamos sobrepasados por el tema de la seguridad ciudadana”. 

—¿Cómo ve el oficialismo para la elección de octubre? Las encuestas dicen que la gente está inclinada a votar por candidatos de la oposición.

Ahí existe una mezcla, porque hay realidades e historias locales. Entonces es muy complejo. Pero al final lo que lees en la noche del 27 de octubre es la acumulación de los grandes bloques. Lo otro que hay es una cosa que ha sido persistente: desde el 2004, cuando logramos separar la elección de alcaldes y concejales, el resultado de la municipal es una proyección de lo que viene después en la presidencial. Cada vez que la izquierda y centroizquierda ganaba la municipal era un antecedente muy consistente del triunfo presidencial y parlamentario. Por eso la unidad nuestra es fundamental. 

—Y mirando al frente, ¿cómo ve a la derecha? ¿Ve un peligro de que los Republicanos vuelvan a pasar la aplanadora?

En la derecha están pasando cosas bien impresionantes precisamente con el surgimiento de los republicanos como una fuerza que se construye sobre la base del desguace de la UDI. Pero la porfía republicana de llevar candidatos en todo Chile a contrapelo de lo que quiere Chile Vamos nos abre una gran oportunidad de llevar candidatos de unidad a las elecciones de gobernadores. Ahora, es perfectamente posible que los republicanos pasen a Chile Vamos.

—¿Cree que los republicanos están poniendo la música en la derecha?

Claro, porque cualquier gobierno de derecha, aunque sea el de Matthei, va a tener que contar con el apoyo del Partido Republciano, sobre todo en el Parlamento. Y ese apoyo se va a construir en el programa y ya sabemos que los republicanos en su versión genuina querían eliminar el Ministerio de la Mujer, derogar la ley del aborto en tres causales, derogar el fin del lucro en la educación básica e incluso, los más audaces, hablan de terminar con la gratuidad universitaria. Eso es lo que tú tienes al frente. Y eso es más preocupante cuando los ves embobados por Meloni, Le Pen, Bolsonaro o Milei. 

—Un mal panorama para la centroizquierda y la izquierda…

Absolutamente, y cuando tú tienes esa derecha, yo encuentro insólito que estemos estancados pidiendo tres cupos para concejales, dos cupos para alcaldes, un cupo para gobernadores. Eso es no entender nada. 

—Usted plantea un escenario que parece catastrófico, pero en el oficialismo se percibe cierto sentimiento de derrota respecto a lo que pueda pasar en la próxima presidencial. 

Si la elección fuera este domingo, Matthei gana. Lo que pasa es que falta año y medio todavía. Y para cambiar ese sentimiento de derrota anticipada es imprescindible tener una buena elección municipal.

—¿Cómo se aporta desde el gobierno a ese fin de no traspasar el mando a la derecha?

Manteniendo el rumbo, sacando adelante la reforma previsional, aprobando el pacto tributario y sacando adelante la reforma laboral donde lo sustantivo es la negociación por ramal. También es importante que el gobierno siga adelante con su política de seguridad ciudadana y no meter las patas, como se dice en chileno.

—¿Pero no falta una figura presidencial proyectable?

Es que eso no se puede no se puede forzar. Cuando se le pregunta a la gente, de forma espontánea, se repiten tres nombres: Bachelet, Tohá y Vallejo. Lo demás es música.

—Según las encuestas, la única de esas tres figuras que podría ser competitiva es Bachelet…

Claro, Bachelet es la más competitiva, pero ella no quiere y hay que respetarla. Porque ha sido dos veces presidenta. Entonces acudir por tercera vez a la misma figura es difícil. Pero para mí lo importante en mi opinión es que la izquierda y centro izquierda deben estar muy sólidamente unidas, no solamente para continuar las transformaciones, sino que percibir la amenaza a las transformaciones ya efectuadas por parte de una derecha que ya sabemos cómo piensa, porque la derecha votó completamente a favor del proyecto constitucional de los republicanos. A mí no me vengan con cuentos, la derecha chilena no es la de Macron. Además la derecha tradicional chilena está siendo deshuesada por los republicanos. En las encuestas, el Partido Republicano tiene un 13% de intención de voto. Los tres partidos de Chile Vamos unidos tienen un 12%.

—Usted hace hincapié en la importancia de derrotar el proyecto de derecha, pero la izquierda no ha logrado dar una respuesta en materia de seguridad que haga sentido a la ciudadanía. De hecho, en el FA y el PC siguen existiendo ciertos “peros” para desplegar todas las herramientas del Estado para hacer frente a la crisis de la seguridad. 

Eso tiene una explicación histórica que es la tensión cultural que existe entre la izquierda y el Estado en su dimensión represiva. Hay distintos episodios represivos a lo largo de la historia, incluso antes de Pinochet, que nos marca como sector. Y eso ha provocado que cueste darse cuenta que en el Chile de hoy, la política más progresista para los ciudadanos es la seguridad.

En la campaña del En Contra fui a la comuna del Bosque a hablar de por qué había que rechazar. Terminó la asamblea y una dirigente vecinal me dijo: ‘Mire, todo lo que usted dijo es verdad, pero yo tengo un problema. Cuando me bajo de la micro rumbo a mi casa, tengo pánico. Y todo lo que usted me dice me vale hongo frente al susto que tengo todos los días al bajarme de la micro’. Entonces, es verdad que ha existido cierta ingenuidad, como cuando la exministra Siches fue a Temucucui. Ese creo que fue el primer pencazo para estos muchachos. 

—¿Pero eso no es algo que se replica hasta el día de hoy? Estos días se han registrado varios homicidios y la ministra Vallejo aseguró que estamos mejor que los países vecinos. Y aunque no fue lo central de sus palabras, sí queda la frase en la retina. 

Voy a hablar por mí; creo que lo primero que la gente quiere es que se reconozca la realidad. Y la realidad en Chile es que estamos sobrepasados por el tema de la seguridad ciudadana. Y claro, el gobierno ha hecho todo. Este va a ser el gobierno con mayor legislación de seguridad ciudadana desde Aylwin. Este va a ser el gobierno con el mayor incremento presupuestario a Carabineros y la PDI.  Sin duda hay que perseverar en eso, pero también asimilar políticamente que lo más progresista, lo básico, lo que te permite que sean valorados los otros derechos como las 500 lucas, 40 horas, todo lo demás, es dormir tranquilo. Porque de nada sirve ganar un millón de salario mínimo si te van a saltar a la salida.