Ministra Toro: “Nuestro país aprendió de emergencias anteriores para poder enfrentarlas”
Más de 10 mil damnificados, 761 albergados, 1.490 personas aisladas, 2 lesionados y 1 fallecido es el saldo del sistema frontal que afectó a la zona centro y sur del país la semana pasada. Respecto a las viviendas dañadas, Senapred informó que se han contabilizado 4.396 casas con daño menor, 507 con daño mayor, 3 destruidas y 6.636 en evaluación.
Pese a estas cifras, la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro, destaca el nivel de preparación para enfrentar el sistema frontal y la rápida respuesta del gobierno para llegar con ayudas tempranas a los damnificados. “La prioridad fue la gestión de la emergencia primero, en la labor de proteger las vidas, y luego entregar refugio, albergue y ya en el proceso de recuperación, llegar a la población con ayudas tempranas”, dice la ministra en entrevista con El Desconcierto.
Asimismo, reafirma que “nuestro país aprendió de emergencias anteriores y tiene una institucionalidad para enfrentarlas”.
—¿Cuál es el balance que se hace sobre la gestión de la emergencia provocada por el reciente sistema frontal que afectó a la zona centro y sur del país?
Respecto del último sistema frontal es importante señalar que el gobierno y todas las instituciones del Estado relacionadas con la emergencia tomaron las semanas anteriores medidas preventivas correspondientes. Y, además, por instrucción del Presidente Gabriel Boric, los ministros, ministras y subsecretarios nos hemos desplegado
en las distintas regiones donde pasó el sistema frontal y especialmente en aquella zona donde hay mayor afectación, como lo es el caso de la Región del Biobío.
En ese sentido, la prioridad fue la gestión de la emergencia primero, en la labor de proteger las vidas, y luego entregar refugio, albergue y ya en el proceso de recuperación, llegar a la población con ayudas tempranas.
—¿Y en cuanto al nivel de respuesta? porque obviamente a pesar de toda la planificación que puede haber detrás, siempre hay un nivel que no se puede controlar a través de la prevención.
El gobierno en conjunto con los municipios y el apoyo de bomberos, Fuerzas Armadas, Carabineros, y las demás instituciones involucradas, desplegó una acción muy coordinada. Nuestro país aprendió de emergencias anteriores y tiene una institucionalidad para enfrentar la emergencia.
—¿El gobierno ya tiene un plan de reconstrucción o de ayuda para los damnificados?
Nuestra principal preocupación tiene que ver con la afectación a las familias y a las viviendas. Por eso, apenas las lluvias bajaron y las condiciones climáticas nos lo permitieron, se inició la aplicación de casi 900 fichas FIBE, y ese proceso se sigue llevando adelante intensamente. La efectividad de los municipios ha ido mejorando y se ha logrado aplicar de manera muy ágil estas fichas.
Además, el Comité de Ayudas Tempranas, que lidera el Subsecretario Monsalve, ya ha definido otro tipo de ayudas como un bono de recuperación de hasta un millón y medio de pesos. En cuanto a las viviendas afectadas, dependiendo del nivel de daños, se va a entregar un bolsillo electrónico que puede ser de 25 o de 50 UF que permita la compra de materiales de construcción.
—¿Cuándo inicia el pago de estos bonos?
Inmediatamente después de que se va ingresando los registros de la catástrofe. Es decir, desde esta semana.
—Esta semana y en el transcurso de este invierno se prevé otros sistemas podrían generar una nueva emergencia en términos de afectación para la población ¿cómo se están preparando las instituciones involucradas para hacer frente a esta situación?
De la misma manera que lo hicimos para el sistema frontal de la semana pasada. Los organismos siguen desplegados, y las autoridades, funcionarios y funcionarias están a disposición de ir atendiendo cada una de las alertas que se presentan.
Y cuando sea necesario, con la declaración de zona de catástrofe, que es lo que sucedió la semana pasada estaremos atentos para flexibilizar las herramientas del Estado y así agilizar compras o servicios necesarios para llegar a tiempo. Esperando, por supuesto, que los daños sean los menores posibles.
—¿Afecta esta situación a la gestión de la institución, que obviamente es primordial para contener este tipo de emergencias o de catástrofes naturales?
La institucionalidad es una de las cosas que no se afecta. En nuestro país la institucionalidad de emergencia tiene una historia de aprendizajes institucionales y tiene una continuidad independiente de quien esté a la cabeza. Aquí hablamos de funcionarios y funcionarias que conocen muy bien su trabajo. Hoy no hay ningún vacío en la dirección, porque existe una directora subrogante, Alicia Cebrián, que tiene amplia experiencia en el servicio y en la gestión de la emergencia.
—¿Cree usted que es necesario avanzar en una política más robusta, más integral, en términos de hacer frente a estas situaciones de catástrofe?
Como mencionaba, ya hay ayudas que se están movilizando para la población afectada, pero no son las únicas. Como gobierno vemos que la recuperación y la respuesta del Estado frente a catástrofes debe ser integral, por eso nos enfocamos en apoyar a las familias en la recuperación de su capacidad de generar ingresos, ayudar a los grupos más vulnerables y a las personas mayores; o el apoyo psicosocial con kits que se entregan a personas con discapacidad que pierden su ayuda técnica. Estamos hablando, por ejemplo, de muletas, o elementos que una persona requiere para mantener su autonomía.
Por otro lado, me gustaría reconocer que, si bien hoy día tenemos ciertas afectaciones en la infraestructura, también tenemos una infraestructura que ha ido mejorando y que respondió adecuadamente. Existen puntos críticos que en ocasiones anteriores se producían y eran afectados por las precipitaciones que hoy día, gracias a las inversiones, han resistido bien.
—Más allá de los bonos que se comprometen con los damnificados cada vez que ocurre una catástrofe natural ¿se piensa avanzar en una política de estado más robusta para hacer frente a las consecuencias?
Se requiere en nuestro país una visión de planificación integral del territorio y aquí esto es algo donde nuestro gobierno y el ministro de Vivienda están comprometidos. No se puede desconocer que somos un país que en algunas zonas ha tenido crecimiento de asentamientos humanos fuera de toda planificación y esto habla de que los instrumentos no han llegado a la velocidad que requieren los cambios demográficos y la movilidad humana. Y por lo tanto, la actualización de planes reguladores y avanzar en el ordenamiento territorial a través de los planes regionales es fundamental porque eso nos permite prevenir riesgos.
—Desde el punto de vista presupuestario, tomando en cuenta que en pocos meses comenzará la discusión de la ley de presupuestos, ¿es necesario que el Estado destine más recursos para enfrentar emergencias climáticas y reconstrucciones que son afectadas?
Nuestro gobierno desde el inicio del año pasado ha ido planificando y destinando recursos cuantiosos para la reconstrucción en el caso de los incendios de Valparaíso. Pero no solo eso, el gobierno aumentó de manera muy significativa los recursos preventivamente para la temporada de incendios aumentando los recursos destinados para CONAF. Eso se ve reflejado en que, si bien tuvimos incendios muy significativos, también tenemos una baja en los números generales, por lo tanto sabemos que esas medidas preventivas ayudan.
Cuando hablamos de la preparación para el invierno, esto también ha incidido en la situación que vivimos este año. El MOP se ha desplegado preventivamente, con la limpieza de ríos y encauzamientos de ríos para justamente poder tener un territorio más preparado frente a esta inclemencia y cuando se producen los daños llegar a tiempo con las ayudas.
—El presidente en la cuenta pública aseguró que “no estar conforme” con el avance del plan de reconstrucción en la región de Valparaíso ¿sobre quién recae esta responsabilidad y qué se está haciendo desde el Ejecutivo para revertir esta situación?
Hay etapas que tienen que ver con enfrentar una emergencia y los efectos de una catástrofe. Primero, la etapa de habilitación de ayudas tempranas, que es la que consiste en llegar con recursos monetarios. Y nuestro gobierno ahí ha dado bonos bien significativos de recuperación. Luego, con las soluciones de vivienda transitoria, que son las viviendas de emergencia y luego la etapa de reconstrucción propiamente que coordina el Ministerio de Desarrollo Social. En ese sentido, presentamos el plan de reconstrucción que tiene seis ejes de reconstrucción y de recuperación del territorio. Estas medidas tienen distintos tiempos según la planificación: algunas de corto, otras de mediano y algunas de más largo plazo, como son, por ejemplo, obras de infraestructura de mayor envergadura o la recuperación de la biodiversidad. Y todo el gobierno, todos, vamos a seguir preocupados y no vamos a estar tranquilos hasta que la recuperación de la zona afectada y las condiciones de la familia estén finalizadas.
—Usted asumió el miércoles de esta semana como ministra enlace en Valparaíso ¿qué ha podido constatar respecto a la situación de la región pos emergencia?
En la Región de Valparaíso hubo una acción de preparación y prevención bien significativa para toda la región, coordinada por un plan de contingencia por la delegada presidencial. Y, además, una planificación específica para la zona afectada por los incendios, con gente desplegada en las 17 áreas afectadas por los incendios con cuadrillas para poder atender los daños que se pudieran producir en las viviendas. Y afortunadamente, los daños que se produjeron por la lluvia fueron más bien menores que han podido ser abordados por los equipos comunales y sectoriales.
—¿Se puede garantizar que esta situación no se va a volver a replicar en futuros sistemas frontales que están anunciados?
En el caso de los daños a las viviendas de emergencia, se reportaron algunas filtraciones y estos ya están siendo preparados, coordinados a través de Senapred. Por lo tanto, ha habido una preparación y una respuesta rápida
La intensidad de los fenómenos climáticos, por supuesto, no depende de nosotros. Lo que sí depende de nosotros es tomar las medidas de preparación, prevención, mitigación una vez que los daños se producen, apoyar a las familias, a los niños, a los niños, a las familias, a las personas y recuperar la infraestructura afectada.