Dos filtraciones en menos de un año han puesto a la Cámara de Diputadas y Diputados en entredicho debido al contenido difundido que era de carácter secreto. 

Ambas situaciones —una protagonizada por el diputado Miguel Mellado y la otra sin conocerse quién fue el filtrador—terminaron con respectivas denuncias. 

De hecho, Mellado ya fue notificado que el 7 de mayo será formalizado por la Fiscalía por haber grabado y difundido una reunión de parlamentarios con el Presidente Gabriel Boric, la cual era secreta. 

La situación se remonta a una reunión que tuvo el mandatario con parlamentarios de distintos sectores políticos en el palacio presidencial de Cerro Castillo en junio de 2023, en la que se discutió la situación de seguridad de la Macrozona Sur. 

En la cita se les notificó a los presentes que no podían grabar y que lo que se hablara ahí era reservado. Sin embargo, Mellado hizo caso omiso, grabando y compartiendo a la prensa las palabras del presidente Boric.

Algo similar ocurrió la semana pasada luego de que un integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados difundiera el contenido de una sesión secreta a un medio de comunicación. 

En la instancia participó la embajadora de Estados Unidos en Chile, Bernadette Meehan, quien concurrió a hablar sobre el estado del programa Visa Waiver. Al enterarse de la filtración, fue la misma diplomática quién expresó su molestia a la Cámara y transmitió a través de su equipo que no asistiría nuevamente a una cita del Congreso debido a la falta de confianza. 

Trasfondo 

Más allá de la polémica, en el Congreso preocupa que estos dos episodios sigan dañando la imagen de una Cámara de Diputados ya bastante disminuida.

Los gritos, peleas e incluso golpes que se han registrado en los últimos años, más estos episodios en que parlamentarios violan el secreto pactado en reuniones clave que tienen relación con temas de Estado, han causado ruido entre parlamentarios. 

Por lo mismo, la presidenta de la Cámara Baja, Karol Cariola, instruyó al secretario general, Miguel Landeros, interponer una denuncia para dar con el parlamentario que habría filtrado la reunión con Meehan y sancionar según corresponda. 

Landeros, tras confirmar la acción judicial, sostuvo que quien haya sido responsable arriesga las penas dispuestas en el artículo 246 del Código Penal, el cual indica:

“El empleado público que revelare los secretos de que tenga conocimiento por razón de su oficio o entregare indebidamente papeles o copia de papeles que tenga a su cargo y no deban ser publicados, incurrirá en las penas de suspensión del empleo en sus grados mínimo a medio o multa de seis a veinte unidades tributarias mensuales, o bien en ambas conjuntamente”. 

¿Quiénes son los sospechosos? Pese a que los rumores corren por los pasillos de la Cámara y de cada sector deslizan responsabilidades en el bando contrario, lo cierto es que hasta el momento ninguno de los integrantes de la comisión de RR.EE. ha admitido ser responsable de la filtración. 

Ese día, según consta en el acta, asistieron Vlado Mirosevic (PL), Tomás de Rementería (PS), Catalina del Real (Partido Republicano), Félix González (PEV), Carme Hertz (PC), Cristián Labbé (UDI), Cristhian Moreira (UDI), Francesca Muñoz (PSC), Diego Schalper (RN), Stephan Schubert (Ind. Repu.), Raúl Soto (PPD) y Alberto Undurraga (DC). 

La gran mayoría salió a repudiar la filtración y tampoco han dado indicios en público de quién podría ser el filtrador. 

Complejo escenario para Mellado 

Mellado, quien sí admitió haber filtrado el audio tras la presión mediática —y luego de haber condenado el hecho— deberá enfrentar a la justicia el próximo 7 de mayo, cuando deba dar cuenta de la situación ante el Juzgado de Garantía de Viña del Mar. 

La Fiscalía le imputa el delito de revelación de secreto, por lo que podría pedir su desafuero para proceder con la investigación y llevarlo eventualmente a juicio. 

A modo de defensa, Mellado afirmó que “esa reunión en Cerro Castillo no fue una sesión secreta. Yo nunca he revelado secretos, fue una reunión que pudo haber sido reservada, pero no era ni privada ni secreta”.